En los cuatro años que siguieron a la catástrofe medioambiental provocada por el hundimiento del Prestige, del que ayer se conmemoró el quinto aniversario, al menos 146.000 buques con mercancías peligrosas pasaron frente a las costas españolas.

Se trata de las embarcaciones identificadas por los tres dispositivos de Salvamento Marítimo (Sasemar), encargados de vigilar que el tráfico por mar transcurra a la distancia establecida de separación de la costa. A lo largo del año pasado estos dispositivos identificaron 157.885 buques, de los que una cuarta parte (39.694) transportaba mercancías peligrosas, según el informe anual 2006 de Salvamento Marítimo, dependiente del Ministerio de Fomento. Es decir, que  108 de estos ‘barcos tóxicos’ surcaron nuestras aguas cada día.

Estos centros se encuentran en Finisterre (A Coruña), Tarifa (Cádiz) y cabo de Gata (Almería), puntos estratégicos por ser de obligado paso para las rutas del Atlántico y el Mediterráneo.

No están todos

Estos datos no implican que fueran las únicas embarcaciones con carga peligrosa que pasaran frente a estos puntos, ya que el número de identificaciones, realizadas por los centros de coordinación Sasemar en 2006, fue de 314.365. Si tomamos en cuenta esta cifra, la proporción de buques peligrosos identificados sería del 12%.

Sin embargo, los datos de este organismo muestran un progresivo y peligroso aumento  del porcentaje de ‘barcos tóxicos’ identificados por Sasemar durante los últimos seis años.

Lo que no ha variado es el número de emergencias atendidas en relación con la protección del medio ambiente y la contaminación. En 2002 fueron 207 y el año pasado 228, un 4,8% y un 4,7% del total, respectivamente.

La Organización Marítima Internacional distingue hasta nueve tipos de mercancías peligrosas que abarcan desde explosivos, a líquidos inflamables, gases, sustancias infecciosas o materiales radiactivos. En 2003, aceptó designar a las aguas de la fachada atlántica de España, Portugal, Francia, Bélgica, Reino Unido e Irlanda como Zona Marítima Especialmente Sensible (ZMES).

Poca protección en el Mediterráneo

Apenas el 36% de los espacios costeros y marinos protegidos en el Mediterráneo español son Áreas Marinas Protegidas (AMP), según un informe realizado por Oceana, Obra Social Caja Madrid y el Ministerio de Medio Ambiente. Se trata de superficies protegidas que incluyen un espacio marino, en costa o en alta mar, cuyos objetivos son compaginar actividades conservacionistas, pesca, actividades de recreo, educación, investigación, etc.