La aerolínea estatal paquistaní prohíbe volar a las azafatas gordas hasta que adelgacen

Un coche de la policía británica permanece aparcado junto a un avión de la compañía Pakistán Internacional Airlines (PIA), en el aeropuerto de Stansted, en Reino Unido.
Un coche de la policía británica permanece aparcado junto a un avión de la compañía Pakistán Internacional Airlines (PIA), en el aeropuerto de Stansted, en Reino Unido.
EFE
Un coche de la policía británica permanece aparcado junto a un avión de la compañía Pakistán Internacional Airlines (PIA), en el aeropuerto de Stansted, en Reino Unido.

La aerolínea Pakistán International Airline (PIA) ha dejado en tierra a un número indeterminado de personal de vuelo por sobrepeso y les ha dado un mes para que pierdan kilos, ha contado este martes a Efe una fuente de la compañía, que en los últimos meses no ha parado de protagonizar escándalos.

"Es una medida rutinaria. Hay unos índices de peso por altura y sexo. Al personal de vuelo que supera el peso estipulado se le deja en tierra durante 30 días para que adelgace", ha explicado el portavoz de PIA, Mashood Tajwar.

El portavoz justifica la medida afirmando que el personal con sobrepeso tienen que estar en forma para realizar bien su trabajo. "Además es por su salud. Si se mantienen en forma evitan enfermedades como la diabetes y similares", añadie.

Tajwar ha indicado que durante los 30 días realizarán trabajos en tierra y, si en el periodo no pierden el peso necesario, no volverán a tripular un avión hasta que adelgacen.

PIA fue en el pasado una prestigiosa aerolínea, pero ahora se enfrenta a un incierto futuro con elevadas deudas y continuos escándalos. La compañía estatal paquistaní acumula unos 3.000 millones de dólares en deudas tras perder el año pasado unos 240 millones. Además, la aerolínea no para de protagonizar escandalosos titulares.

En las últimas semanas las autoridades han descubierto en dos ocasiones heroína en vuelos de PIA a Londres, algo que ya ha ocurrido en el pasado.

A principios de mayo, los pasajeros denunciaron que el piloto de un vuelo Islamabad-Londres se echó a dormir en una butaca y dejó la aeronave en manos de un aviador aún en formación.

El Gobierno estudia qué hacer con la aerolínea con planes para la privatización o una brutal reestructuración que dejaría en la calle a muchos de sus 18.000 empleados, lo que ya ha provocado huelgas.

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