«En euskera, el castellano entra en lo emotivo»

«Joe, da pasada bat». ¿Euskera o castellano? Pues ambas. Orreaga Ibarra es filóloga y ha analizado las influencias del castellano en el euskera que hablan los jóvenes. Lo ha hecho en unas jornadas de Eusko Ikaskuntza en la Universidad de Deusto.

Van en el metro dos jóvenes hablando euskera. Y de repente, un taco en castellano…

Sí. La mayor influencia del castellano en el euskera es en las frases emotivas, soeces, tacos... Pero también se toman muchos tecnicismos: adaptadorea, mobila…

Pero ¿por qué esa mezcla de ambos idiomas?

Depende de las referencias de cada uno. Si la lengua materna es el castellano, este idioma entra en el campo emotivo del euskera. Por ejemplo: «Ez dut ulertzen ni hostias! (No entiendo ni hostias)».

¿Y esto es grave?

No. Debemos evitar que el euskera pierda su raíz. Pero los jóvenes buscan su registro. Si encauzamos la lengua quitamos la vida al euskera. De hecho, el joven que no habla así está denotado.

¿Denotado?

Sí, como quien en castellano marca la d en verbos como comprado. Queda pedante.

¿Y al revés? ¿El euskera influye en el castellano?

También, también. Muchos castellanohablantes ponen el verbo al final de la frase. Por ejemplo: «Oye, ¿un cigarrico tienes?» Es una estructura típicamente euskaldun. Y más cosas; decir: «Está rico, rico».

¿Los jóvenes euskaldunes cambiarán el idioma?

Ese lenguaje no pasa a la etapa adulta. Es un registro juvenil. Usar expresiones como «ze kaña!» o «flipatu dut mogollón» es cosa de chavales.

Pero si el euskera es muy coloquial, muy cerrado, el euskaldunberri no entiende.

La no comprensión se suple con 2 días de convivencia.

Bio

Nació en Mezkiriz (Navarra). Profesora de Filología Vasca en la Universidad Pública de Navarra desde hace 20 años.

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