El uso de móviles y aparatos electrónicos de entretenimiento por los alumnos suele estar prohibido o limitado en colegios e institutos, principalmente en las aulas, aunque las comunidades autónomas carecen, en general, de una norma autonómica específica de cumplimiento obligatorio, excepto Madrid.
Tampoco existe una norma autonómica obligatoria en Castilla y León, sino que los centros pueden fijar las reglas que consideren adecuadas. El decreto castellano leonés de Derechos y Deberes de los Alumnos, de mayo de 2007 dice que todos los estudiantes tienen "el deber de respetar a los demás" y la obligación de "permitir que sus compañeros puedan ejercer todos y cada uno de los derechos" regulados en esta norma.
Es cada centro, en función de su autonomía, el que decide habitualmente dónde, cuándo y cómo los estudiantes pueden emplear la telefonía móvil para evitar distracciones o un uso ilícito, según fuentes de las consejerías de Educación.Entre las autonomías,
El texto habla del "mantenimiento de una actitud correcta en clase, no permitiéndose el uso de móviles, otros dispositivos electrónicos o cualquier objeto que pueda distraer al propio alumno o a sus compañeros".
Falta muy grave la grabación de agresiones
Entre otros puntos prevé como falta muy grave "la grabación, publicidad o difusión, a través de cualquier medio o soporte, de agresiones o humillaciones", que se puede penalizar hasta con la expulsión del centro.
La Generalitat valenciana está consensuando con el sector educativo un borrador del decreto de derechos y deberes de padres, profesores y alumnos, que considera conducta contraria a la convivencia escolar el uso de móviles, aparatos de sonido y otros electrónicos "ajenos al proceso de enseñanza-aprendizaje".
No obstante, los centros de la Comunidad Valenciana regulan ya de forma más concreta el uso de móviles, MP3 y elementos electrónicos similares y las sanciones por incumplimiento.
En 2006 la Consejería de Educación de Extremadura recomendó a los directores que propusieran a los consejos escolares la regulación y, en su caso, la prohibición del móvil en el recinto escolar para evitar distracciones en las aulas y acciones contra la dignidad e integridad física y moral del alumnado, como la grabación y difusión de conductas violentas y denigrantes.
Padres de alumnos se quejan por la actuación del centro
Desde la Consejería castellano-manchega, indican que retirar el teléfono a un escolar es una "interferencia en un bien del alumno" y viola sus derechos y deberes como tal. Las fuentes citan casos de padres que han ido al colegio para reclamar el móvil del hijo y quejarse por la actuación del centro.
Por ello se deja vía libre a los centros de la región para que establezcan las normas básicas de convivencia. Las autoridades educativas de Murcia tampoco han prohibido expresamente los móviles u otros aparatos, aunque sí hablan del buen aprovechamiento de las clases.
Los centros tienen sus normas de convivencia, que impiden el uso de tales aparatos personales en la mayoría de los casos y que serán retirados y entregados al jefe de estudios; éste los custodiará hasta que los padres los reclamen.
En general, los institutos de Cataluña prohíben el uso de móviles en clase, pero los alumnos pueden guardarlos consigo apagados. En algunos centros de esta comunidad o en zonas como el comedor escolar se aplican programas para evitar que los jóvenes acaben "enganchados" al móvil o al MP3.
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En el resto de CCAA, lo habitual es que no esté permitido en ninguna instalación o al menos en las aulas durante las clases, aunque no existe una reglamentación autonómica concreta.
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