El Ayuntamiento de Málaga dejará de recaudar en concepto de multas cerca de 45.000 euros en 2008 respecto a la previsión de 2007. Por primera vez en siete años, los ingresos en la caja municipal por este concepto bajarán.

Y precisamente ocurrirá el año en que el Consistorio dispondrá de un 27,5% menos para invertir que en el ejercicio actual, debido a las limitaciones impuestas por la Junta a la venta de suelo. Aunque el dinero que llegue de las sanciones apenas se reduzca porcentualmente medio punto, será mejor poco que nada, teniendo en cuenta que ahora se recauda casi tres veces más por multas que en 2001, un 177% más, cuando en estos siete años la población ha crecido un 7,5%.

En 2001, el Consistorio ingresaba por multas algo más de cuatro millones de euros (669 millones de pesetas), frente a los 11,2  millones que espera recaudar a final de 2007 y los 11,16 que aportarán el año que viene los infractores que acaben sancionados.

En la suma se incluyen las denuncias de medio ambiente, comercio y tráfico (que suponen el 70% del total).

¿Y por qué ocurre esto en el presupuesto de 2008, con menos dinero para gastar y sin celebrarse elecciones municipales, época en la que se reduce la presión sobre el ciudadano? Según fuentes municipales, la explicación está en que en 2007 las infracciones han disminuido y la previsión de lo que se recaudará al año siguiente se hace mediante  una formula matemática en función del comportamiento del ejercicio en curso.

¿Hay presiones para multar más?

«Por estas fechas es habitual que cuando pones una multa por doble fila te digan: ‘Garantizando la paga de Navidad’», relatan en el Sindicato Independiente de Policía de Málaga (SIP-MA), para desmentir que haya presión de sus superiores para sancionar, aunque admiten que se establecen campañas con objetivos. Desde velar por el uso del casco o el cinturón hasta conseguir que los dueños de los perros recojan sus cacas, pasando porque no se coloque publicidad ilegal en el mobiliario urbano, coinciden fuentes del sindicato mayoritario de Policías y Bomberos (UPLB). El trabajo se fija por asuntos prioritarios, no por número de denuncias.