Destrozó un bar en Coslada, amenazó de muerte a la Policía y se autolesionó

  • El encargado del local llamó a la Policía para alertarle de los desórdenes que estaba causando el hombre, de nacionalidad rumana.
  • Increpó a los agentes y les amenazó, mientras se daba golpes en la cabeza y se tiraba al suelo.
  • Finalmente, fue retenido y llevado a los calabozos.

Un ciudadano rumano de 27 años de edad, identificado como S.M., fue detenido anoche por causar destrozos en un bar de copas de Coslada, así como por enfrentarse violentamente a dos agentes, insultarles, amenazarles de muerte e incluso agredir a uno de ellos, según informó hoy la Policía Local del municipio.

Los hechos ocurrieron sobre las 1.30 horas de la madrugada de hoy, cuando el encargado del establecimiento, situado en la plaza de Ortega y Gasset, requirió la presencia de policia debido a los graves desórdenes producidos por un joven extranjero que había entrado y salido del local en repetidas ocasiones durante la noche, procediendo siempre de forma violenta pese a los intentos de calmarle y hacerle cambiar su actitud.

En un primer lugar acudieron dos agentes que, tras localizar al individuo y pedirle explicaciones por lo ocurrido, observaron cómo el rumano les respondió con gritos e improperios y empezó a arrojar al suelo todas sus pertenencias.

Agredió a los agentes

Cuando se le pidió que se identificara, el joven trató de huir del lugar, llegando a empujar y agredir por el cuello a uno de los dos agentes, a la vez que profería insultos y amenazas de muerte contra ambos policías, lo que motivó su detención.

Minutos después, ya con el apoyo de otra dotación de la Policía Local y pese a la fuerte resistencia mostrada por el arrestado, éste fue trasladado al centro de salud 'Jaime Vera' para que fuera curado de los arañazos que se le apreciaban.

Nada mas acceder al ambulatorio, el detenido se tiró al suelo e hizo ademán de golpearse con el mobiliario, aunque los agentes que le custodiaban pudieron impedirlo. Además, agentes y personal facultativo intentaron, sin éxito, introducirle en las consultas y finalmente desistieron de hacerlo por la fuerza.

Al abandonar el centro y una vez dentro del vehículo policial, uno de los sanitarios vio cómo el detenido se daba cabezazos contra la mampara de seguridad y las puertas del coche. El hombre volvió a autolesionarse en dependencias policiales de forma repentina y sin que ninguno de los funcionarios presentes tuviera tiempo de reaccionar para evitarlo.

Cabezazos contra el suelo y las puertas

Concretamente, el rumano se dio un fuerte cabezazo con el marco de la puerta y empezó a sangrar por la cabeza, por lo que tuvo que ser llevado de nuevo, en esta ocasión en ambulancia y con custodia policial, al mismo centro de salud para ser suturado de la herida, aunque a su llegada al ambulatorio se tiró al suelo e intentó darse cabezazos contra el pavimento. Los agentes no pudieron dar por finalizado el servicio hasta pasadas las cinco de madrugada, cuando el arrestado quedó ingresado en los calabozos del depósito de detenidos y se instruyeron las diligencias oportunas.

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