La banda sonora de las Fallas de València también proviene de la tradición de un pueblo que ha tenido en la música uno de sus referentes culturales principales.

Nadie imagina un pasacalles sin una banda de música; como nadie imagina la Ofrenda floral a la Virgen de los Desamparados si no es al son de las canciones interpretadas por los miembros de las agrupaciones musicales.

Según un estudio de la Universitat de València dirigido por Pau Rausell, las bandas de música son el principal agente cultural de la Comunitat Valenciana; hasta el punto de que más del 50% de las agrupaciones musicales de toda España están asociadas en la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana (FSMCV).

Con esos datos en la mano, Toni Aliaga, miembro de su estructura directiva, afirma que "las sociedades musicales forman parte del entramado fallero como un actor poco valorado pero imprescindible" para la fiesta y, por eso, apuesta por "una colaboración más estrecha que podría aportar acciones e iniciativas muy fructíferas para las dos partes".

Otra de las expresiones musicales que encontramos en las Fallas son las parejas de tabal y dulzaina. Según Josep Vicent Frechina, investigador en cultura popular, "estos instrumentos están asociados a las fiestas valencianas como mínimo desde el siglo XV, por lo que su unión al mundo fallero no era sino un proceso natural a medida que esta fiesta iba adquiriendo importancia".

Así mismo, Frechina destaca "el papel esencial que cumplen en las nits d’albaes que organizan muchas comisiones falleras, ya que sin ellos no se podrían celebrar".

Las Sociedades Musicales fueron declaradas Bien de Relevancia Local (BRL) por la Generalitat Valenciana en 2011.