Cuando faltan sólo cuatro días para la apertura de Ikea, ni la Jefatura provincial de Tráfico ha anunciado medidas especiales para aliviar los atascos que se esperan en la zona más saturada de la ciudad, ni el Ayuntamiento ha concluido la principal mejora para llegar desde la autovía.

Se trata del desdoblamiento de la estrecha carretera que une la A-7 y la N-340 cerca de la glorieta de Churriana. Es uno de los dos accesos a Ikea (junto al de la carretera de Torremolinos), pero su ampliación no estará lista hasta enero. Es decir, sobre las vías del tren (junto a  Plaza Mayor) se queda con un carril por sentido y el resto, con dos o tres, en una nueva glorieta junto al Benítez.

La única mejora del tráfico es un vial de salida a la A-7, sólo hacia Málaga (detrás del Plaza Mayor), ejecutada dentro de la reforma de la zona.

Pese a todo, la tienda tiene licencia de ocupación, mientras que la licencia de obras al Metro estuvo condicionada a los desvíos de tráfico y la de la Ciudad de la Justicia, a los aparcamientos, con una cuarta parte de las 15.000 personas que se esperan en Ikea sólo este martes.

El Ayuntamiento y la tienda tienen fe en que se use el autobús (la línea 10 parará allí) y el Cercanías, con una lanzadera gratis. A quienes los usen se les descontará un 20%. La empresa sueca asegura que el 21% de los malagueños ha visitado algún Ikea en los últimos tres meses.