Estas cifras invierten la tendencia decreciente que se llevaba registrando desde 1996, aunque están aún muy lejos de igualar los números de entonces. Aquel año se presentaron al examen 6.447 estudiantes, cifra que no ha parado de reducirse hasta la selectividad de este año.

Sin embargo, la crisis demográfica que impedía el crecimiento tocó fondo el año pasado y empieza a recuperarse, según confirman fuentes de la Universidad.  De hecho, este crecimiento ha permitido que este año se matricularan en bachillerato 200 alumnos más que el curso pasado.

Este año, en sábado

La selectividad se abrirá el jueves a las once de la mañana con el examen de Lengua y finalizará el sábado a las dos y media de la tarde con Historia de la Filosofía.

Durante estos tres días, miles de estudiantes preuniversitarios abarrotarán las aulas del Edificio Interfacultades y de las escuelas de  Derecho, Ciencias o Medicina. Su objetivo: conseguir la nota que les abra las puertas de la universidad.

Los estudiantes podrán retirar los resultados de las pruebas a partir del 21 de junio en los propios centros de enseñanza. Los que no estén de acuerdo con la nota obtenida podrán solicitar una segunda corrección durante los tres días siguientes, entre el 22 y el 24 de junio.

La mayoría de los estudiantes, sin embargo, pueden estar tranquilos. Aproximadamente el 90% de ellos conseguirá aprobar el examen.

Hugo Benito 18 años

Después de estudiar la rama de Ciencias Sociales, le gustaría hacer Dietética y Nutrición. «Normalmente pedirían un cinco de nota, pero como yo voy por otra rama tendré que conseguir un seis. Lo que más se me resiste es Filosofía. Mañana estudiaré todo el día».

María Rubio 17 años

Ha estudiado la rama de Artes y echa seis horas diarias de estudio para cumplir su sueño: titularse en Imagen. «Lo malo es que yo me enteré de que me podía presentar en junio el miércoles pasado, porque me tuve que examinar de una pendiente de primero».

Jorge Ruiz 24 años

Pasó algunos años trabajando, pero al final ha decidido retomar los estudios. «Se ve el futuro laboral muy negro y creo que un título universitario como Empresariales o Económicas podría abrirme nuevas puertas. Estos días estoy estudiando a saco para tener una buena nota».