Dejándose llevar por la misma "inercia" física que hace que a la noche le suceda un nuevo día, Amaral publica este viernes la versión "solar" de su último disco, Nocturnal (2015), con el que suman ya ocho álbumes de estudio y casi 20 años de carrera.

"Aún no nos hemos dado cuenta de que la música sea nuestra vida", afirma Juan Aguirre durante una charla en Madrid. "De hecho, todavía nos planteamos si tiene sentido hacer un nuevo disco. Pero cuando nos juntamos salen nuevas ideas, nos ponemos a ello y, ya que está empezado, lo acabamos", añade.

Un poco así, "fruto de la casualidad", surgió Nocturnal Solar Sessions (Century Media), mientras jugaban "a desnudar y a darle la vuelta" a los temas de su álbum previo. "Fue por el placer de tocarlas de otra manera", insiste este dúo que completa Eva Amaral.

"Durante el día, todo en las ciudades va mucho más rápido, pero cuando cae el sol, el estado de ánimo es distinto" opina Aguirre. Para ella es en ese momento en el que nos relajamos es cuando pasan las cosas más importantes.

Para que sus canciones pasen de la noche a la mañana han tenido que echar mano de texturas e instrumentos distintos, como violines, pianos y guitarras acústicas, prácticamente sin distorsión.

Como ejemplo del nuevo acabado, el grupo lanzó hace unas semanas la reinterpretación de La niebla, un corte que originalmente nació inspirado por los días de invierno en Zaragoza.

"No había premeditación en lo que hacíamos. Tocábamos, viajábamos y nos dejábamos llevar", añade Aguirre, que vivió hace solo unas semanas "una fiesta enorme" tanto a su paso por el Actual de Logroño, como en el "emocionante" concierto en el Teatro Real junto a la Banda Sinfónica Municipal de Madrid.

Con su nuevo álbum bajo el brazo, inician en unos días su nueva gira europea, que arrancará el 5 de febrero en Londres y que les llevará por varias localidades británicas, así como a su tercera incursión por Alemania.

De vuelta a España, el dúo ha confirmado además su presencia en varios festivales, como el Sueños de Libertad de Ibiza o, ya en agosto, en la vigésima edición del Sonorama de Aranda de Duero, al que les une un fuerte lazo emocional.