La BP-1417 entre Barcelona y Sant Cugat del Vallès –conocido como la carretera de la Arrabassada- es el tramo de la red viaria de Cataluña que más riesgo de accidente presenta, seguido del tramo de la BV-5001 entre la B-20 y Martorelles, y los tramos que acumulan una mayor accidentalidad se sitúan principalmente en el área metropolitana de Barcelona.

Así se desprende del Estudio EuroRAP 2016 que ha presentado el Racc en colaboración con el Servei Català de Trànsit (SCT), la Conselleria de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat y la Diputación de Barcelona.

En concreto, el informe ha analizado 6.356 kilómetros de red viaria catalana que representan el 52% del total (12.094 kilómetros), y esta red se divide en 425 tramos bajo estudio.

En suma, Cataluña tiene cerca de 2.000 kilómetros de red viaria con alto riesgo de sufrir un accidente grave o mortal, si bien este tipo de accidente ha disminuido un 2,47% entre 2013 y 2015, al tiempo que la movilidad global por carretera ha aumentado un 1,87%.

Los kilómetros de riesgo muy alto han crecido hasta un 18% del total de la red analizada, lo que rompe con la estabilidad de los seis años anteriores, y la provincia con un mayor porcentaje de riesgo alto es Girona, seguida de Lleida.

Por su parte, la red de riesgo cero suma 475 kilómetros y se reduce en 52 en comparación con el año pasado, con lo que un 7,4% de la red analizada no ha tenido ningún accidente mortal o grave en el último trienio.

En la red EuroRAP, en un 41% de los accidentes con víctimas mortales y heridos graves ha estado involucrado, como mínimo, un ciclomotor o moto, pese a que este vehículo representa menos del 5% de la movilidad global en carretera -la gran mayoría en el área metropolitana de Barcelona-.