Las navidades serán este año más caras para los conductores. El acuerdo entre los productores petrolíferos para cortar el grifo ha elevado el precio del barril casi un 25% en el último mes y sus efectos se están reflejando ya en las estaciones de servicio.

Si el año pasado por estas fechas el litro de Súper 95 costaba 1,14 euros y el litro de gasóleo 1,01 euros, este miércoles el precio medio de ambos en los surtidores de la Península y Baleares se elevaba a 1,22 y 1,12 euros, un 7% y un 11% más respectivamente. Un coste similar al que se pagaba por los carburantes en diciembre de 2014, cuando el barril de Brent se pagaba a 61,8 dólares, más o menos como ahora.

"El incremento del precio de la gasolina estos días se ha debido fundamentalmente a este encarecimiento del petróleo", explica Daniel Pingarrón, estratega de mercado de IG. "El crudo por debajo de los 30 dólares se ha terminado, pero el precio actual de 55 dólares sigue siendo barato, es la mitad de lo que se pagaba por el barril hace apenas tres años".

Y es que el viento 'negro' de cola sigue soplando, pero sopla menos. El barril llegó a situarse a principios de este año por debajo de 30 dólares por primera vez desde 2004 debido a la sobreoferta en el mercado. El auge del fracking, el levantamiento de sanciones a Irán y el enfriamiento económico chino puso más crudo en el mercado de lo que la demanda podía absorber. Así que el precio se hundió.

Con una demanda mundial aún deprimida, la única salida que tenían los países petrolíferos era 'cerrar el grifo' de las extracciones. Y es lo que han hecho. El pasado fin de semana más de una decena de estados que no forman parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) secundaron la decisión del cartel de producir menos y provocar que la presión de la demanda inflase los precios. Como ha ocurrido en el último mes.

Como decía el experto de IG, el ascenso de las gasolinas ha ido en esta ocasión de la mano de su materia prima. Pero su encarecimiento no ha sido lineal porque el petróleo pesa menos de un 40% en el precio que se paga cuando llenamos el tanque. "Que se duplique el precio del petróleo no significa que suba la gasolina en la misma proporción. Pero es verdad que las petroleras repercuten enseguida las subidas... y al revés son más lentas", sugiere.

Por eso, a pesar de que el petróleo ha subido un 24% desde que comenzaron los primeros rumores de acuerdo entre productores para cerrar el grifo del crudo —desde los 44,4 dólares del 14 de noviembre a los 55,1 de este miércoles—, las gasolinas lo han hecho apenas un 5% y un 7,5% en las modalidades de Súper 95 y de Gasóleo, respectivamente.

Si el petróleo no pesa ni la mitad del coste de la gasolina, ¿qué estamos entonces pagando? La respuesta que ofrecen las gasolineras es que el litro de carburante tiene otros tres componentes: el gasto logístico y de refinado, el margen de beneficio —las petroleras defiende que este apenas supone del 1% al 2%—y sobre todo los impuestos. "Y ninguna de estas tres ha variado últimamente, así que la subida de las gasolinas se ha debido específicamente a un petróleo más caro", dice María Ortiz, secretaria general de la patronal de petroleras independientes (UPI).

Según el último Boletín Petrolero de la UE, el precio medio de la gasolina Súper 95 y del gasóleo en España, antes de aplicarles impuestos, era de 0,52 euros en ambos casos. Pero después de tributar al Estado por hidrocarburos y por IVA, su valor en las estaciones de servicio escala hasta 1,07 y 1,18 euros, respectivamente. Más del doble.

Las petroleras protestan por la imposición, pero lo cierto es que el precio de la gasolina en España, antes de aplicar estos impuestos, está ya entre los más altos en la eurozona. Después de los tributos, en cambio, los precios se alejan de ser los más onerosos.

¿Seguirán las gasolinas al alza con la entrada del próximo año? Dependerá de la evolución del petróleo. El Gobierno de Rajoy ha estimado en su cuadro macroeconómico que el precio medio de los carburantes sea de 52 dólares por barril, un precio parecido al actual. Los analistas coinciden con los cálculos del Ejecutivo.

"Su previsión es razonable", explica Daniel Pingarrón. "El recorte de la producción ha sido mínimo y sigue la sobreoferta, así que el precio los próximo meses seguirá siendo parecido. Si se elevase por encima de los 60 dólares regresarían al mercado muchos extractores por fracking que con el petróleo a 30 dólares cesaron su actividad porque a ese precio no les compensaba producir. Podemos decir que el petróleo está atrapado en una espiral de precio".

Hay otro factor que sí podría elevar el precio de las gasolinas: el impuesto de hidrocarburos. Pero el Gobierno ha decidido no incluir una subida de este tributo en la actualización del Plan Presupuestario 2017 que se envió a Bruselas, a pesar de que hay que ajustar 15.000 millones el próximo año —para pasar del -4,6% de déficit presupuestario al -3,1% exigido por Bruselas— y a que desde la Comisión Europea y desde el FMI se pide elevar la tributación a las gasolinas para acercar su precio al del resto de países de la eurozona dentro de las subidas.

"Es una decisión conveniente, habría sido un palo para los consumidores y no solo para nosotros, las empresas petroleras", defiende María Ortiz, de UIP. "Sabemos que nuestra fiscalidad es inferior a la europea, pero elevar los impuestos a la gasolina ahora, cuando ya se está encareciendo por la subida del crudo, habría sido inoportuno".