La veterinaria de Texas de 33 años Kristen Lindsey logró ser conocida internacionalmente tras subir una imagen a su muro de Facebook junto a un gato al que había atravesado la cabeza con una flecha acompañada del siguiente comentario: “Mi primera muerte con arco LOL. El único gato silvestre bueno es el que tiene una flecha a través de la cabeza. Premio al veterinario del año… aceptado con alegría”.

El gato en cuestión no era ningún gato salvaje, sino un gato perdido y al que sus dueños estaban buscando que respondía al nombre de Tiger. Independientemente de la condición del animal, la imagen, como era de imaginar, causó la indignación de decenas de miles de amantes de los animales.

La consecuencia directa de la publicación, que tuvo lugar en abril de 2015, no fue precisamente recibir un premio. Lindsey fue inmediatamente despedida de la clínica en la que ejercía, que emitió un comunicado reprobando su acción y declarándose “absolutamente abatidos, en estado de shock, molestos y disgustados por su conducta”.

Recientemente el colegio de veterinarios de Texas, que recibió casi 28.000 correos protestando, decidió suspender a la veterinaria durante un año, por lo que no podrá ejercer su profesión. En los cuatro años siguientes a la suspensión únicamente podrá trabajar bajo supervisión y en periodo de prueba.

El sheriff del condado de Austin también abrió una investigación, aunque finalmente decidió no abrir cargos contra Kristen Lindsey el pasado mes de junio. La veterinaria había sido detenida conduciendo bajo los efectos del alcohol justo un mes antes de subir la imagen a su muro. 

El caso recuerda al de Jaime Ferrero,expulsado del Partido Popular al Ayuntamiento de Talavera de la Reina, y su compañero Juan Carlos Vázquez, por organizar en febrero de 2008 una matanza de gatos y difundir a través de Internet fotografías de su particular ‘hazaña’. En ellas exhibían los cuerpos sin vida de los animales como si se tratara de trofeos.  El caso fue archivado un año después, porque el juez consideró que no se trataba de un un delito porque se trataba de "una cacería".