"Dedicando el coste de una caña diaria la pensión final puede mejorarse de un 20% a un 30%"

Pilar González de Frutos es la Presidenta de la Asociación Empresarial del Seguro.
Pilar González de Frutos es la Presidenta de la Asociación Empresarial del Seguro.
JORGE PARÍS
Pilar González de Frutos es la Presidenta de la Asociación Empresarial del Seguro.

Pilar González de Frutos, Presidenta de la Asociación Empresarial del Seguro (UNESPA), defiende que la previsión social complementaria tiene sentido por si sola, al margen de que la pensión pública cada vez será más reducida. Insiste en que es preciso ir cambiando la mentalidad de las nuevas generaciones para que comprendan que cuanto antes empiecen a ahorrar, más les cundirá el dinero invertido.

¿Cuál es la situación actual de los fondos de pensiones?

Queda mucho por hacer. En la parte del ahorro individual, se debe incidir en la no plena conciencia social de la necesidad de un complemento de renta en la jubilación. Estos días se pone de manifiesto con la apertura de las negociaciones del Pacto de Toledo –reforma de la Seguridad Social–. Respecto a las pensiones complementarias colectivas, de 2002 para acá se ha creado muy poca previsión en el ámbito de la empresa.

¿Y el futuro?

Los españoles ahorramos mucho, pero en los últimos decenios no ha estado vinculado al ahorro como tal, sino que se ha dedicado a la compra de la casa. El reto está en crear ahorro a medida que se consolide la recuperación y el empleo, aunque lo más importante es cómo hacer ese ahorro líquido y completar las pensiones.

¿Por qué hay que contratar un fondo de pensiones o un seguro para la jubilación?

La demografía española nos lleva hacia una sociedad más envejecida. La relación entre trabajador y jubilado cada vez pesará más sobre los trabajadores que soportan las pensiones que hoy se pagan. Y como vamos a ser más mayores y viviremos muchos más años, probablemente pretendiendo vivir medianamente bien, necesitaremos ingresos que complementen las pensiones públicas. Si hacemos la ecuación de estos son mis ingresos, menos mi ahorro, y el resto lo puedo gastar, en vez de a mis ingresos resto mis gastos, y la diferencia la ahorro; y si se empieza temprano, se consigue tener un ahorro que garantizará seguir manteniendo un cierto nivel de vida cuando no jubilemos.

¿Se insiste mucho en hablar sobre la viabilidad del sistema público?

No lo digo yo. La OCDE valora el impacto de las recientes reformas de las pensiones en España de 2011 y 2014 sobre la tasa de sustitución, es decir lo que representa la pensión media, sobre el salario medio. Hoy es un 74% y, según la OCDE, tras la reforma estará por debajo del 60%. Por eso el plazo es muy importante para el ahorro: cuanto antes empecemos más jugará el sistema de capitalización a nuestro favor. Un euro que se empieza a ahorrar a los 30 años da para mucho más que un euro a los 50 años. Pero es que el ahorro complementario no necesita apelar a que las pensiones públicas se van a reducir mucho. Tiene terreno más que sobrado. Aclaremos que las pensiones que ya se cobran no tienen ningún riesgo, se seguirán cobrando. Donde tenemos que hacer algo es hacia el futuro, y cuanto antes se empiece a ahorrar, mejor.

Cada familia tiene su realidad.

Dedicando el coste de una caña diaria, si se empieza a ahorrar cuando se inicia la vida laboral, la pensión final puede mejorarse de un 20% a un 30%.

Pero la mentalidad es dedicar el ahorro a la vivienda...

Yo no estoy proponiendo un cambio radical en el ahorro, sino que los ciudadanos puedan hacerse un ahorro vital que les permita combinar distintas opciones. El que quiera la vivienda, habrá pasado una buena parte de su vida invirtiendo en un producto ilíquido, pero habrá gente que también se plantee un ahorro finalista que forme parte de sus hábitos cotidianos. Que una parte del salario se destine directamente al ahorro. O reducimos consumo ahora para poder consumir más cuando seamos jubilados, o entonces vamos a tener dificultades.

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