El cantante canadiense Justin Bieber trató de pasar unas horas de descanso en Amsterdam, donde se encontraba por dos conciertos que debía dar en Arnhem (Países Bajos) e intentó pasar desapercibido por las calles de la ciudad.

Para ello se atavió con un disfraz cuando menos poco discreto, puesto que se puso una peluca despeinada y una especie de barba, que acompañó de una indumentaria que ocultara sus tatuajes.

Pero las ganas de bromear del cantante le pasaron factura a su anonimato, pues más de un viandante le reconoció, sacándole fotos y grabándole.

Y es que sus dos guardaespaldas y el lujoso coche que le acompañaba llamaban bastante la atención, lo que, unido a la voz del cantante y a su estilo y hechuras consiguió justo el efecto contrario.

En uno de los vídeos que se han publicado en las redes sociales Justin Bieber pregunta a una chica que aparcaba su moto si su atuendo era creíble: "¿esto es real, es real?", preguntaba el cantante mientras se señalaba los postizos.