Colombia y las FARC firman la paz: "Hay una guerra menos en el mundo"

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño Echeverri, alias "Timochenko", se saludan tras firmar el primer acuerdo de paz.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño Echeverri, alias "Timochenko", se saludan tras firmar el primer acuerdo de paz.
EFE
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño Echeverri, alias "Timochenko", se saludan tras firmar el primer acuerdo de paz.

Lágrimas de júbilo y emoción brotaron este lunes en Cartagena de Indias durante el acto que puso fin a más de medio siglo de conflicto armado. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el líder de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias "Timochenko", firmaron el acuerdo de paz que supuso el fin  de "el conflicto más longevo del hemisferio norte", como resaltó el propio presidente.

El acuerdo es fruto de casi cuatro años de diálogos entre el Gobierno y las FARC en La Habana y fue sellado en Cartagena de Indias ante más de 2.500 invitados, entre ellos unos 15 presidentes y el rey Juan Carlos.

Uno de los momentos más emocionantes fue en el que el líder de las FARC pidió "sincero" perdón a "todas las víctimas del conflicto" por "todo el daño" que hayan "podido causar en esta guerra".

La declaración en su discurso fue respondida con aplausos y gritos de "sí se pudo" por los asistentes. En las redes, el hashtag #PidióPerdón se hizo trending.

"Que nadie dude", añadió Timochenko, "de que vamos hacia la política sin armas". "Nosotros vamos a cumplir y esperamos que el Gobierno cumpla", dijo.

"Una guerra menos"

La intervenció del presidente colombiano fue histórica, emocionando durante todo un discurso en el que no faltaron vítores y aplausos. Santos, dio a "sus adversarios" la "bienvenida a la democracia" e invitó a "cambiar las balas por los votos", lo que consideró "la decisión más inteligente" que un grupo insurgente puede tomar. "Ustedes lo entendieron".

"Puede que no estemos de acuerdo del modelo económico que queremos para Colombia, pero, como dije en La Habana, defenderé su derecho a expresarlo" aseguró el mandatario.

"El perdón no solo libera al perdonado, sino al que perdona", añadió Santos, en referencia a un proceso de paz que "honra a las víctimas" y sobre el que instó a la participación ciudadana en el próximo plebiscito.

"Con su voto cada colombiano tendrá el poder de salvar vidas", zanjó. "Los colombianos escogeran entre la pobreza que deja la guerra y las oportunidades que trae la paz".

"Yo prefiero una paz imperfecta que salve vidas a una guerra perfecta que siga sembrando muerte", dijo el presidente antes de agradecer a la comunidad internacional, incluyendo específicamente a Cuba, EEUU, la ONU y Ban Ki-moon y el Papa Francisco.

"Cesó la horrible noche de la violencia" que ha cubierto al país "con su sombra por más de medio siglo". "Llega el día con todas sus promesas", continuó el emotivo discurdo del jefe de Estado.

"Al terminar este conflicto, termina el último y el más viejo conflicto armado del Hemisferio Occidental. ¡Por eso celebra la región y celebra el planeta!", dijo el presidente. "La paz de Colombia es la paz del continente. Hay una guerra menos en el mundo, y es la de Colombia".

Un discurso para la historia

Aunque el proceso de paz tiene no pocos enemigos en el país, Colombia recordará el discurso de Santos como uno de los más memorables de su historia. En sus propias palabras, lo de hoy fue "algo más que el acuerdo entre un Gobierno y una guerrilla para terminar un conflicto armado".

"Lo que firmamos hoy es una declaración del pueblo colombiano ante el mundo de que nos cansamos de la guerra, de que no aceptamos la violencia como medio para defender las ideas; de que decimos fuerte y claro: no más guerra", celebró.

"¡No más la guerra! que nos dejó cientos de miles de muertos, millones de víctimas y desplazados, y tantas heridas que tenemos que comenzar a sanar. No más intolerancia que nos exige doblegar o excluir al otro por el solo hecho de pensar diferente. No más a la violencia que sembró atraso, pobreza y desigualdad en campos y ciudades, y que ha sido un freno al desarrollo de Colombia y al aprovechamiento de todo su potencial. Este es el clamor de Colombia, esta es la decisión de Colombia", resaltó.

"Señor Rodrigo Londoño y miembros de las FARC: hoy, cuando emprenden su camino de regreso a la sociedad; cuando comienzan su tránsito a convertirse en un movimiento político, sin armas; siguiendo las reglas de justicia, verdad y reparación contenidas en el Acuerdo, como Jefe de Estado, de la patria que todos amamos, les doy la bienvenida a la democracia", afirmó el gobernante.

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