Ha sido la gente la que ha subido a lo más alto Nyno Vargas, gitano orgulloso de serlo, que eligió el rap por mucho que a su padre lo que le gustara fuera el flamenco.

Su primer disco, El efecto Nyno lo situó en el número 3 de la lista oficial de ventas,  y el nuevo trabajo, Esa historia (2016), apunta maneras de buscar idéntica dirección. El artista tiene claro que quiere seguir estando arriba.

Sin evitar el punto flamenco con el que creció y el hip hop, mezcla más que en el anterior estilos sin temor.

¿Ha sentido que no le tomaban en serio por ser gitano y hacer rap?

Claro, en 2007, cuando empezamos, nadie quería tomarnos en cuenta. Fue la gente que nos seguía la que a empujones tiró.

Se lo pregunto más directamente:¿por ser gitano no puede hacer rap?

Sí, parece que por ser gitano no puedes hacer rap, pero también por ser de un barrio pobre. Y no lo entendíamos. Pero la gente me quiso.

Además usted ha dicho a veces que tampoco tiene un estilo definido...

Me considero artista de diferentes estilos, hasta he mezclado flamenco y pop y he hecho una balada. Puedo tener críticas de algunos de los que me escuchaban al principio, pero tienen que entender que los tiempos cambian.

Si tuviera ahora que venderme aquí y a mí sus primeras canciones, ¿qué me diría?

No tendría ni sentido. Eran letras obscenas, porque de eso se trataba: de ser el tipo duro de barrio. Antes me daba vergüenza cantar al amor o a la vida, por ejemplo, ya no.

Habrá otros miedos, nacidos de la presión del éxito...

Sí, antes me daba menos miedo decir lo que me daba la gana, no pensaba en las consecuencias. Pero ahora con millones de seguidores es complicado.

¿Es la música su vida? ¿Por qué dejó el fútbol?

Sí, lo es. Por eso dejé el fútbol.

¿Es verdad que descubrió el rap en un MP3 que robó?

Así conocí el rap. Yo siempre escuchaba flamenco, y lo respeto, pero no soy cantaor y nunca lo sería. Con ese MP3 conocí el rap, pero no lo robé, le pedí a un chico que me lo dejara y me lo llevé, pero no se lo quité a punta de navaja. Es que la gente exagera. Donde yo vivía, el rap no existía. 

¿Y a su familia, qué le pareció que cantara rap?

Me decían horrorizados, sobre todo mi padre: pero qué haces. Es verdad que era obsceno y me metía con todo el mundo.

Y dejó de estudiar...

Sí, me junté con malas compañías. Pero era la única persona de etnia gitana que tenía hasta tercero de la ESO entero. Pero estaba descentrado, no sabía por dónde tirar y la música me dio un camino. Estaba vendiendo en el mercado y no quería vivir vendiendo en un puesto.

¿Cuánto le costó decidirse por la música?

No tenía claro dónde llegaría pero sí lo que quería hacer. Es un sacrificio, he dejado de ver a mi familia y a mis amigos. Me desvinculé de todo el mundo. Me encerré en un estudio y así sigue siendo. Voy hasta cuando tengo día libre.

¿Por qué se aisló?

Me ayuda a no desbaratarme mucho.

¿Por dónde no pasaría?

Por vender mi vida, eso no lo haría. Vendo mi música.

¿Qué música escucha?

Todo tipo, intento culturizarme.

¿Hasta qué punto llega su compromiso social?

Ayudo a mucha  gente, igual a demasiada que no tendría que ayudar. Pero si das bien, obtendrás bien. Si eres malo, te irá mal.

¿Es creyente?

Sí. Tienes que creer en algo. Hay gente que aun teniéndolo todo se ha sentido solo. Lo material no llena.

No llena, pero importa: ¿en qué se gasta el dinero?

En comprarme una casa. Y con 24 años comprarte una casa es mucho. Pero antes he vivido en habitaciones compartidas, he ido andando a los sitios porque no me llegaba, me han dejado dinero...