García ha señalado que este encuentro "surge de unas jornadas que se celebraron en la UNIA hace unos meses sobre las mezclas bituminosas fabricadas con betunes modificados con cauchos procedentes de neumáticos fuera de uso" donde se vio la posibilidad de "organizar un encuentro de verano en el que se profundizara más en este tipo de mezclas y se expusieran las experiencias que se están teniendo ya en Andalucía a través de la Consejería de Fomento con el empleo de otros materiales que habitualmente se han considerado residuos como pueden ser los plásticos reciclados de actividades agrícolas, cenizas de biomasa o altos hornos, e incluso escombros de derribo de edificios".

Con respecto al panorama actual en construcción de carreteras, este ingeniero de Caminos, Canales y Puertos ha recalcado que "la mezcla bituminosa sigue siendo el material principal con el que se construye la rodadura en carreteras, pero al usar estas mezclas tradicionales el betún, un material finito al ser un derivado del petróleo, se ha buscado la forma de modificarlo y es ahí donde entra el caucho". Siguiendo esa línea, "se emplea materiales que pueden ser inertes o residuos, como es el caucho de los neumáticos en desuso que además mejora las características del acabado final en el ámbito de la durabilidad, el comportamiento mecánico y la resistencia".

García ha incidido en que "se ha comprobado que las mezclas con betunes modificados con caucho, son más durables que las de betunes tradicionales, además estos betunes modificados nos permiten fabricar mezclas con menos espesor que el tradicional, pasando de una rodadura de cinco centímetros con el consecuente árido, a capas de dos o dos centímetros y medio por lo que se reducen el árido, permitiendo fabricar mezclas que son más adherentes, por lo cual mejora la seguridad vial, y menos sonoras, eliminando la contaminación acústica".

Con respecto a ejemplos reales del uso de esta nueva técnica, Ramón García ha señalado la Autovía del Olivar (que une la localidad jiennense de Úbeda con la sevillana Estepa), "que constituye la primera carretera española donde se ha empleado una mezcla bituminosa de betún modificado con neumático fuera de uso en rodadura, donde se ha usado para la construcción de tres tramos de esa autovía", además de referirse de otros ejemplos que demuestran que en Andalucía desde "hace más de diez años se vienen empleando mezclas bituminosas con betunes modificados" como en Cádiz o en Jaén con la carretera de Mengíbar "donde se ha constatando que la mezcla tiene una características residuales mejores que las que tenían cuando se fabricaban con betunes normales".

Por último, García ha resaltado la sostenibilidad medioambiental de estas prácticas porque se emplean residuos de caucho que en lugar de almacenar en vertederos "se reciclan, se trituran, y se emplean en la fabricación de estos betunes para hacer carreteras, además de utilizarse en la fabricación de pistas deportivas o pavimentos para zonas infantiles", algo que supone "perspectivas de futuro esperanzadoras, pese a que hay que ir demostrando, tanto a las administraciones como a las constructoras, que estas mezclas, que a priori pueden parecer más caras, realmente no es así, porque tiene el doble de durabilidad que una mezcla tradicional, por lo a la larga resultan más baratas".