Según ha informado el Ayuntamiento de Sevilla en una nota, Castaño extrae esa conclusión de las más de "800 vacantes que se dejaron sin cubrir, de despidos y de los servicios públicos que se desmantelaron", a los que "no dudó en calificar como grasa" cuando fue alcalde de la ciudad.

Ésta es, para la portavoz "la única política que conoce el Partido Popular" a través de medidas que no evitaron que subiera "el IBI a todos los sevillanos hasta un diez por ciento en los dos primeros años de gobierno".

Una estrategia de ataque de lo público que "que continúan defendiendo públicamente y en el Pleno del Ayuntamiento, cuando siguen votando en contra de restituir los daños que han provocado sus políticas", ha matizado Castaño.

Por ese motivo, la portavoz ha instado a Zoido a "que defienda los acuerdos tomados por el Pleno de facilitar las contrataciones de un Gobierno responsable, que tiene superávit en sus cuentas y partidas reservadas para nuevas contrataciones, por mucho que vaya en contra de los principios de su partido, de los suyos propios, y por mucho que sean el ejemplo de que ahora se hacen las cosas mejor que cuando él gobernaba".