La Comisión Europea ha decidido finalmente no multar a España y Portugal por haber superado el objetivo de déficit y no haber tomado medidas para reducirlo. Cualquier decisión sobre la congelación de fondos europeos se deja para después del verano.

El vicepresidente Valdis Dombrovskis ha asegurado en rueda de prensa que ambos países han hecho "esfuerzos sustanciales en los últimos siete u ocho años" y han emprendido "reformas estructurales ambiciosas" que para Bruselas "funcionan". No obstante, ha destacado que ambos países "afrontan desafíos sociales profundos" y ha mencionado el paro juvenil como el principal problema.

En todo caso, esta "cancelación" de la sanción financiera es una recomendación, ya que el Consejo de ministros de Economía y Finanzas de la UE tiene la última palabra. El comisario Pierre Moscovici, por su parte, ha explicado que incluso una multa simbólica no habría permitido "corregir el pasado" y no se habría entendido por países que han hecho "esfuerzos". "Hemos adoptado la decisión más sabia", ha añadido, aunque no la "ideal".

Bruselas, además, ha propuesto una nueva senda fiscal para España y ha confirmado que da dos años extra a nuestro país para reducir el déficit por debajo del 3% del PIB. "Si le hubiéramos concedido un año, habríamos corrido el riesgo de una nueva escalada y de nuevas sanciones, en este caso de carácter automático", según Moscovici. Así, el nuevo escenario es "más realista", ha afirmado, y para adoptarlo ha habido "consenso político".

"Si se nombra un nuevo Gobierno en las próximas semanas es posible que España no se aleje mucho del 3%", ha argumentado el comisario, "confiamos en la democracia española para llegar a un acuerdo rápidamente". El comisario ha confirmado que ha estado hablando con el ministro de Economía Luis De Guindos sobre este aspecto concreto. Moscovici ha insistido en que Bruselas se ha limitado a aplicar las reglas y no se han tomado "ninguna libertad".

Bruselas ajusta los objetivos de déficit al 4,6% este año, al 3,1% en 2017 y al 2,2% en 2018. España tendrá además que adoptar e implementar nuevas "medidas de consolidación" por valor del 0,5% del PIB en 2017 y 2018, es decir, un recorte adicional de 10.000 millones de euros. Para 2016, han confirmado, no se piden recortes extra.

La Comisión Europea recomienda, entre otras cosas, que España reduzca "el número y el alcance" de los gastos fiscales (tratamientos fiscales diferenciados o incentivos), en particular los tipos reducidos de IVA. "Nuestro mensaje es claro. Vamos a dar dos años a España, pero si no quiere ser el último país en la eurozona en salir del procedimiento (por déficit excesivo), entonces depende de ellos acelerar sus esfuerzos", ha dicho Moscovici.

Antes de adoptar cualquier decisión sobre la suspensión de los fondos europeos -Bruselas recomienda la congelación de parte de los mismos- es necesaria una consulta con el Parlamento Europeo, han confirmado los representantes de la Comisión Europea. En todo caso, esta medida no entraría en vigor hasta principios de 2017. Moscovici ha insistido en que el Pacto "es eficaz".

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) advirtió la semana pasada de que el déficit podría dispararse hasta el 4,7% del PIB en 2016 si no se tomaban de inmediato medidas como la modificación del Impuesto de Sociedades anunciado.