El primer encierro de Sanfermines en 2016 se ha desarrollado de forma rápida y limpia, entrando todos los toros en la plaza en apenas dos minutos y veintiocho segundos.

La manada se separó poco después del chupinazo, quedándose uno de ellos rezagado y partiéndose después la manada a medida que avanzaba, pero sin animales rezagados.

A falta de los informes de los servicios sanitarios de Cruz Roja y Protección Civil se han podido ver varios pisotones de los toros, que han pasado por encima de corredores caídos.

A consecuencia de esos incidentes con los mozos se han solicitado cuatro traslados al Complejo Hospitalario de Navarra. Se ha evacuado a un varón de 66 años, V.E.Z., residente en Pamplona, con traumatismo facial y en el hombro. Llegado desde el tramo de Santo Domingo, su pronóstico es reservado y se encuentra en proceso de valoración.

Un segundo trasladado, desde el tramo del Ayuntamiento, es un varón de 56 años, J.N.G., residente en Salamanca. Presenta traumatismo con posible fractura craneal. Su pronóstico es reservado y está en valoración.

El tercer herido es un varón de 49 años, F.G.I., de Madrid. Sufre traumatismo craneal por una caída en el tramo de Telefónica. Su pronóstico es leve.  Y el cuarto trasladado, un varón de 36 años, con iniciales D.R.R., de Castellón, tiene traumatismo y herida en colon. Ha llegado desde el Ayuntamiento y su pronóstico es leve.

El recorrido, de 875 metros, estaba ligeramente húmedo por la lluvia caída en Pamplona.

Los toros de la ganadería de Fuente Ymbro, de San José del valle (Cádiz), han protagonizado el primer encierro de los Sanfermines 2016. Se trata, han informado los organizadores de los festejos taurinos de las fiestas, de toros con capas negras, castañas y jaboneras. Los siete astados llegados a Pamplona dieron en báscula un peso de entre 510 y 630 kilos