Colas en las paradas y usuarios apretados en los autobuses. Este podría ser el resumen de la huelga de ayer, que amenaza con repetirse en fechas tan señaladas como el Pilar porque sigue el conflicto entre la empresa y los conductores. Si la empresa no mejora las medidas de seguridad y continúa la falta de entendimiento en la negociación del convenio, se podría realizar algún acto de protesta durante las fiestas, según confirmaron a 20 Minutos los conductores.

Mientras, ayer, los usuarios fueron los más afectados. «No sé qué pasa que he estado 15 minutos esperando el 33 y el bus iba a tope», comentaba ayer algo enfadado Pascual Loscos, un viajero despistado que no se enteró de que había huelga. Y es que, dependiendo de la línea y la hora, hubo quien prácticamente no notó el paro. «He esperado al 30 unos 8 minutos, pero es algo normal en esta línea. De momento, la huelga se nota muy poco», aseguraba Ana Lima, una usuaria.

Sin embargo, otros lo notaron y mucho. «Llevo 15 minutos esperando al 33 y, si no viene pronto, no llego al trabajo», explicaba Raquel Morales. Sólo el 60% de los autobuses salieron a la calle y los tiempos de espera se duplicaron, por lo que las paradas se llenaban de gente y dentro de los vehículos no cabía ni una aguja. Así, a primera hora de la mañana, algunos buses ya se saltaban paradas.

Circulación afectada

El tráfico fue más denso, ya que muchos usuarios del bus se inclinaron por coger el coche. «No hemos hecho más servicios, pero sí hemos notado que hay mucha circulación, está todo atascado», señalaron unos taxistas.

La empresa asegura que la huelga fue secundada por el 63,6% de los trabajadores, pero el comité dice que fue seguida por el 99%. «Por la mañana sólo 11 conductores no hicieron huelga y por la tarde se unieron otros tres», indicaron los conductores.

Un centenar de trabajadores se concentraron en la plaza España y pararon el tráfico unos minutos para exigir medidas de seguridad y mejoras en el servicio.

Solidaridad con los conductores

La mayoría de los usuarios aceptaron con resignación la huelga de ayer e, incluso, se unieron a los conductores. «Me parece bien que pidan mejoras», señalaba Belinda Pérez. «Si es la única manera de que les hagan caso, qué remedio», añadía Laura Gállego. Algunos viandantes se unieron a la concentración al enterarse de que protestaban por las agresiones y por deficiencias.

Los afectados hablan

José Manuel Melilla. Líneas 21, 23 y 33. Esta mañana he tenido que esperar 40 minutos para coger el 33 y el 21. Había salido con bastante tiempo, pero he llegado a trabajar justo. Ahora estoy esperando el 23, pero creo que voy a tener que coger un taxi.

Rafaela Poyato. Línea 33. A primera hora he tenido suerte porque el autobús venía cuando he llegado a la parada, pero ahora llevo más de 10 minutos y parece que va para largo. Creo que hay otros medios de manifestarse sin dejar tirados a los usuarios.

Javier Casajús. Línea 23. Por la mañana no he tenido problema porque cojo el bus en el inicio de parada, pero ahora llevo más de 10 minutos y la parada está a tope. Parece que sólo está de huelga el 23 porque de otras lí-neas veo pasar más buses.