Se trata sobre todo de personas mayores, tal y como ha precisado el edil de Derechos Sociales, Julio Andrade. "Son suficientemente independientes hasta que en un momento determinado dejan de serlo, tienen una mala caída, un desvanecimiento, y no pueden avisar a nadie, por lo que hasta que un vecino les echa en falta pueden pasar varios días", ha indicado.

Según ha especificado el responsable municipal de Seguridad, son casos en los que bien la persona fue hallada sin vida tras la apertura de la vivienda o bien falleció justo después, pese a aplicarle las técnicas de soporte vital avanzado.

Andrade, por su parte, ha incidido en este aspecto, ya que hay casos en los que no sólo se encuentra a la persona muerta, sino también se dan otros en los que "está en muy mal estado, con deshidratación o falta de higiene, presentando, incluso, algún problema mental derivado de la edad".

Tal y como ha apuntado a Europa Press, "en ocasiones hay un sentimiento por parte del anciano de no querer molestar a la familia y quizá demasiada costumbre por parte de ésta de no estar pendiente del mayor".

Pero, en general, Andrade ha considerado que se trata de "un exceso de confianza del individuo en sí y de su entorno", y "la cuestión es que, al final, un mal golpe o un simple desmayo pueden ser fatales si no se actúa rápido".

Por ello, ha señalado que desde el Ayuntamiento se impulsan campañas, sobre todo dirigidas a los vecinos, que son los que están más cerca, para que se esté más pendiente de estos mayores. También se promueve que éstos hagan uso de los servicios de teleasistencia existentes. Y es que, según ha subrayado, "da pena que haya tantas personas solas en malas condiciones".