El pacto entre IU y Podemos para presentar una candidatura conjunta a las elecciones generales del próximo 26 de junio ha reconfigurado el escenario político. Sol Sánchez (Madrid, 1970), número dos de Alberto Garzón en Izquierda Unida-Unidad Popular, asegura que el pacto de izquierdas "no suma, multiplica" y recalca que en su proyecto está antes la recuperación de derechos que objetivos como la declaración de la república.

La socióloga y antropóloga critica en esta entrevista con 20minutos que quienes intentan despreciarles utilizando el término "comunistas" tienen, en realidad, "un problema con la democracia". Las diferencias programáticas con Podemos, afirma, no serán un problema para resolver las necesidades de la "mayoría social".

El 84% de los participantes en la consulta interna respaldó la confluencia con Podemos y otro 87% de los que han votado ha validado el programa electoral conjunto. ¿Hay ganas de un frente de izquierdas?

Es bastante bueno que, planteada la coalición, la mayor parte de los militantes y simpatizantes de Izquierda Unida estén de acuerdo en la emergencia, en el momento histórico y en el enfoque del proyecto.

Alberto Garzón va de número 5 por Madrid. Usted, en principio, en el 9. ¿Por qué han renunciado las primarias para elaborar las listas?

Las cosas han venido un poco sobrevenidas. Incluso haciéndolo muy deprisa, veíamos verdaderos escollos al respecto. El tiempo es un factor que nos ha atropellado. Ahora bien, no es una renuncia ni debe serlo.

IU-Unidad Popular apostó siempre por la coalición. Ahora ha sido Podemos, con malas perspectivas en las encuestas, quien ha llamado a su puerta. ¿Están satisfechos?

Hemos seguido una línea de coherencia. No significa que hayamos ganado un pulso, sino que ha primado la razón. En estos cuatro meses nos hemos dado cuenta de que podemos ser una barrera frente a las políticas de empobrecimiento y de venta de lo público. El acuerdo entre IU y Podemos no suma, multiplica. Nuestros programas tienen muchas coincidencias. No somos lo mismo, pero tenemos claro que el objetivo es responder a las necesidades de la mayoría social.

El argumento más usado contra el pacto con IU-Podemos en los últimos días es que Pablo Iglesias se alía "con los comunistas". ¿Les preocupa?

Los que nos intentan atacar utilizando el término 'comunistas' no tienen ningún problema con el comunismo, el anarquismo o la "izquierda radical", sino con la democracia. El pacto significa que somos capaces de defender cosas comunes con gente que no tiene exactamente los mismos objetivos. Estamos a lo urgente, que es la recuperación de derechos.

Las nacionalizaciones, la república o la propuesta para salir de la OTAN han quedado fuera del programa conjunto. ¿Crearía eso tensiones en un hipotético gobierno?

Si dentro de los primeros cuatro años no declaro la república ni me salgo de la OTAN, pues ya lo haré en los cuatro siguientes. Yo no renuncio a ninguno de mis valores y principios ni a mi proyecto político, pero tengo una responsabilidad, un compromiso personal con las personas que nos han votado. Tenemos una serie de cuestiones que podemos defender de manera común con Podemos y muchas otras fuerzas que vamos a priorizar.

¿Qué prioridades son esas?

La derogación de las dos reformas laborales, de la ley mordaza y de la reforma de la Justicia. Son temas de derechos y libertades que han sido muy lesivos. También, la defensa de la Sanidad y de la Educación públicas, tanto a nivel formal como de financiación. Hay un paquete de cosas en las que somos capaces de ponernos de acuerdo y que van a cambiar la vida de la gente desde el principio.

Pero la derogación de una reforma laboral no crea empleo por sí misma...

El primer efecto será devolver la dignidad al trabajo y evitar que la contratación basura sea legal. Conozco de primera manos la precarización laboral y el fraude de ley en los contratos. Mi hija, que es informática y desarrolla aplicaciones para móvil, gana 400 euros al mes. Es muy grave que gente con veintimuchos años no pueda irse de casa de sus padres pese a tener trabajo. Me da vergüenza decir que la economía se está recuperando porque hemos creado no sé cuántos miles de empleos y que muchos sean por un solo día. Es una estafa en toda regla.

El PP o los empresarios pueden contestar que la contratación descenderá si aumentan los costes laborales.

Eso sería si las relaciones entre el coste de contratación y los beneficios funcionasen así, pero ellos saben que no es verdad. Y si me dicen que voy a bloquear la economía, yo les preguntaría que la de quién. ¿La de los que se llevan todos sus beneficios a paraísos fiscales para pagar impuestos y no los reinvierten?

Alberto Garzón ha propuesto un plan de empleo garantizado para generar un millón de empleos en un año con una inversión pública de 9.400 millones. ¿En qué se diferencia del Plan E de Zapatero?

El Plan E fue una inversión tonta de obra pública a fondo perdido que no tuvo en cuenta las necesidades de cada lugar a medio y largo plazo. Lo bueno que tiene nuestra propuesta, que se complementa con otras, es que trata de crear trabajos dignos para cubrir necesidades sociales pegadas a la realidad. Además, tiene el efecto de combatir la precarización salarial.

"Una banca pública es irrenunciable". ¿Por qué?

Porque a todos los partidos se les llena la boca hablando del cambio de modelo económico y productivo, pero esto no puede hacerse si no tienes cómo financiarlo. La izquierda, como verás, no es tan utópica como dicen.

¿No es suficiente con Bankia o con el Instituto de Crédito Oficial (ICO)?

He trabajado muchos años en el sector financiero. He visto cómo un plan del ICO se ponía en el mercado a través de una entidad a las 8.00 horas y a las 8.15 horas ya se había agotado la línea de crédito. La beneficiaria era una gran hotelera del país. Esa no es mi idea de una banca pública. Y Bankia ha sido estatalizada y recapitalizada con dinero público, pero no es pública ni está bajo control ciudadano.

IU-Unidad Popular defiende la soberanía energética. ¿De verdad se puede nacionalizar por las bravas empresas como Endesa o Repsol?

Cuando hablo de nacionalizaciones no me refiero a crear otro oligopolio y llenarlo de funcionarios, sino a modelos públicos o cooperativos que rebajen costes. Eso puede hacerse llevando la producción y la comercialización al nivel local y dejando la distribución, que es más compleja, para un estrato superior. Los sectores estratégicos tienen que estar al servicio de la mayoría social. La eficiencia en la que pensamos no es en que unos tíos ganen una pasta o en que haya puertas giratorias. Si fuéramos capaces de explicar esto, incluso mucha gente de corte conservador estaría de acuerdo con nosotros. Proyectos como el almacén de gas Castor son un auténtico expolio de lo que es de todos.

La troika pide más recortes para cumplir el objetivo de déficit. ¿Cómo piensan hacerlo?

Hemos asumido que hay organizaciones nada democráticas como la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo (la troika) que tienen derecho a imponer a los gobiernos votados legítimamente si sus ciudadanos van a poder tener servicio médico o no, si sus hijos van a poder ir al colegio o no. No voy a asumir en ningún momento que mis hijos tengan que ser esclavos porque lo diga Bruselas. Hay un movimiento entero europeo de gente oponiéndose a estas políticas y mirando hacia nuestro país para ver si somos capaces de plantar un poco más de cara. Por lo menos, entrar a discutir.

El presidente griego, Alexis Tsipras, intentó oponerse y ha acabado estrangulado.

A eso me refería. Ya sabes qué sucede y cómo, pero cuando se levanta toda la ciudadanía somos capaces de neutralizar un tratado de libre comercio (el TTIP). Yo entiendo la política así. Además, es que no pueden condenar a la miseria a millones de españoles. Si permitimos eso sin siquiera movernos es que estamos traicionando a la ciudadanía.

Los vetos cruzados impidieron llegar a un acuerdo después del 20-D. ¿Hay algún tema sobre el que puedan dialogar con el PP o con Ciudadanos?

Nosotros no vetamos a nadie, sino las políticas neoliberales de empobrecimiento de la población. Y ahí me da igual que el que las lleve en su programa se llame partido X o Z, porque nos tendrá siempre enfrente.

En febrero anunciaron un acercamiento en 12 puntos para la investidura de Pedro Sánchez (ingreso mínimo vital, incremento del SMI, ley de función social de la vivienda). ¿Cuándo se quebraron las conversaciones?

Cuando el PSOE puso sobre la mesa unas políticas, las de Ciudadanos, todavía más regresivas que las suyas propias y contrarias a las que estábamos negociando. Pedro Sánchez ha repetido que ya tendríamos a Mariano Rajoy fuera del Gobierno -que ya nos gustaría- si hubiéramos apostado por ese pacto PSOE-Ciudadanos, pero no me vale echar al PP si vamos a aplicar las mismas políticas que el PP.

¿Han ganado PSOE y C's la pelea por echarles a ustedes y al PP la culpa de la repetición de las elecciones?

Creo que no, pero tenemos una responsabilidad muy grande de cara a romper ese relato con la consecución de la confluencia. En el momento en el que se registre ante la Junta Electoral una coalición de partidos, veremos quiénes estamos combatiendo con hechos y no con palabras esa división de la izquierda.

¿Se han enfocado mal las negociaciones?

Digamos que todos hemos aprendido mucho en los últimos cuatro meses.

¿Por qué no se ha llegado a un acuerdo para reducir el gasto electoral?

Yo llevo 20 años trabajando en el sector privado y he diseñado, analizado y mejorado procesos de negocio. Cuando te dicen que mandar todas las papeletas juntas en un solo mailing pues dices '¿perdona?'. He abaratado cosas que eran bastante más complejas que estas. Me creo que os hayan dicho esto, pero dejadme hacer el análisis funcional y rediseñamos el proceso, porque hay cosas que son surrealistas. Parece que nos habíamos puesto de acuerdo en el qué, que es rebajar los costes de la campaña, pero no en el cómo.