Y no es para menos. Según la última encuesta andaluza de salud, el 36% de los malagueños tienen sobrepeso y el 14% es obeso. Además, el 28% de los habitantes de la provincia fuman todos los días. Estos factores aumentan las probabilidades de sufrir alguna enfermedad cerebrovascular o relacionada con la circulación (infartos, anginas o fallos de riego en el cerebro).

 

 

Obesidad: Una de las metas del SAS es reducir el porcentaje de obesos entre los jóvenes (8% de los que tienen entre 2 y 15 años). Otro objetivo: aumentar el número de personas que hacen deporte normalmente; el 41% de la población en la actualidad.

 

Tabaquismo: Que haya menos adolescentes fumadores de tabaco.

 

Marginalidad: La atención tendrá prioridad en los colectivos desfavorecidos (el 8,6% de la población es pobre).

 

Accidentes de tráfico: La tasa de 9,9 muertes por cada 100.000 habitantes se similar a la media andaluza.

 

Enfermedad cardiovascular: Supone un tercio de las muertes en la provincia, teniendo en cuenta sólo las 20 causas de decesos más habituales (Instituto Nacional de Estadística).

 

Embarazos no deseados: Reducir la tendencia alcista en las jóvenes.

 

Sida: Málaga tiene la mayor tasa de la comunidad autónoma (10 casos por cada 100.000 habitantes).

 

Siniestralidad laboral: 25 muertes por cada 1.000 habitantes, casi cinco puntos más que la media andaluza.

 

 

La publicidad del tabaco cala más en ellas que en ellos. Ésa es la explicación que ha dado la Junta ante el contraste entre el consumo de tabaco que hacen las chicas y los chicos. En la comunidad, las jóvenes (14 y 15 años) que fuman triplican en número a los hombres con esta adicción en la misma edad. En Málaga, el 29,5% de la población mayor de 16 años consume cigarrillos diariamente. La media andaluza está en el 32,7% de los habitantes (un 42% son hombres y un 24,2%, mujeres). Por otra parte, sólo tres de cada diez embarazadas dejan de fumar durante la gestación del bebé, según un estudio del hospital Sant Joan de Déu (Barcelona).