Dos días después de haber sido declarados sospechosos de la muerte accidental de su hija Madeleine, Kate y Gerry McCann volvieron ayer al Reino Unido con la autorización de la Policía lusa, a pesar de que la pareja no les hubiera comunicado formalmente su salida del país.

A su llegada al aeropuerto de Rothley, ya en el Reino Unido, aseguraron no haber tenido «nada que ver con la desaparición de nuestra amada hija Madeleine», al tiempo que anunciaban que pedirán  ayuda al ministro de Asuntos Exteriores británico porque creen ser víctimas de una «escandalosa injusticia».

Las especulaciones sobre la culpabilidad de la pareja se han visto además alimentadas por las declaraciones del abuelo  materno de Madeleine, Brian Haley, en las que consideraba que la madre podría haber administrado somníferos a la pequeña para que durmiera mejor.

La decisión de abandonar Portugal se debe, según un comunicado del matrimonio, a querer reintegrar a sus otros hijos gemelos de dos años en la vida normal de su país natal.

Un giro inesperado

Madeleine McCann desapareció el pasado 3 de mayo cuando dormía junto a sus dos hermanos en un apartamento del Algarve mientras sus padres cenaban en un restaurante cercano. Durante los siguientes meses, los McCann organizaron una campaña mediática internacional para buscar a su hija de cuatro años.

El caso dio un giro inesperado después de que la Policía llamase a declarar al matrimonio tras hallar manchas de sangre y restos biológicos de la niña en el apartamento, en el coche y en las ropas de la pareja, según la prensa lusa.

Próxima cita, el fiscal

Como sospechosos, la Policía lusa puede convocar a los padres de Madeleine a nuevos interrogatorios, presentarlos ante el fiscal o el juez e incluso recluirlos en prisión preventiva. Según algunos medios, el fiscal los interrogará esta misma semana, por lo que deberán regresar a Portugal. Los McCann dijeron antes de salir que estudiarán en el Reino Unido sus futuras acciones legales.

La cronología del caso en... www.20minutos.es