Leonor Watling y Alejandro Pelayo han descubierto durante la gira de su último disco El Porvenir el placer de ofrecer un concierto íntimo, los dos solos ante su público, y con el único acompañamiento de voz y piano. Tras rodar por España y Latinoamérica, han llamado a estos recitales en petit comité Delicatessen, porque, al igual que un cocinero con estrella Micehlin, Watling y Pelayo están buscando los recintos y las condiciones óptimas para que cada encuentro con sus seguidores sea una experiencia «única», dice Watling.

Además, los espectadores que acudan este domingo a BARTS podrán escoger las canciones que quieren que toquen, en una especie de menú musical a la carta y para paladares exquisitos. Como ellos. Para Marlango, esta experiencia sin una banda de 10 personas con la que suelen actuar es reproducir sobre el escenario la manera en que ambos trabajan en sus canciones.

Y les gusta «compartir esa intimidad» porque son de esos grupos que creen que los conciertos se hacen «tanto con la gente que está arriba como con la que está abajo».

Watling, que también es actriz, se encuentra actualmente rodando un largometraje. Hacía tiempo que no se ponía delante de una cámara «porque estoy muy involucrada con Marlango y no quería aceptar ningún proyecto que me complicara aún más la vida». Para ella, un rodaje supone «unas vacaciones de mí misma, dejas de ser tú, en el escenario no», asegura, «aunque hay canciones que claramente las interpreta un personaje, y no porque sea actriz, y eso es muy bonito», añade.

BARTS (Barcelona). Paral·lel, 62. Domingo 24 de abril a las 20 horas. 28 euros.