La empresa pública Sarga, dependiente del Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad de Gobierno de Aragón, se ha comprometido a implantar de manera voluntaria un código ético de conducta que afecte a los procesos, relaciones y servicios de la empresa.

Este compromiso va encaminado al fomento de la mejora de la cultura ética de la organización y de todos los estamentos que la integran. El código, que lleva por nombre "Manifiesto Sarga 360º", fue presentado a los miembros del comité de empresa el pasado 8 de abril y ha entrado en vigor esta semana.

Mediante este mecanismo de autorregulación se pretende que cada uno de los trabajadores de la compañía interiorice los principios, valores y comportamientos éticos que deben regir su actuación, tanto internamente como en sus relaciones con los diferentes grupos de interés (trabajadores, proveedores, clientes, administraciones públicas y sociedad aragonesa).

De esta forma, Sarga promueve unas relaciones profesionales basadas en la integridad y la lealtad institucional, la transparencia, el trato igual y no discriminatorio, la diligencia en la gestión y la colaboración con las actuaciones de control, así como la promoción de la imagen y reputación de la empresa.

Por otra parte, se fomentará el respeto y la protección del medio ambiente minimizando el impacto ambiental de las actividades desarrolladas. Además, mediante este código se exigirá una relación con los proveedores ética que evite cualquier interferencia que pueda afectar a la imparcialidad.

Este código ético se une al "Protocolo para la prevención y el tratamiento del acoso moral, sexual y violencia en el trabajo" que nació con el objetivo de identificar, prevenir y erradicar todos aquellos comportamientos y factores organizativos que pongan de manifiesto conductas de acoso en el ámbito laboral.

Además, el protocolo garantiza la ayuda a la persona que lo sufra y trata de evitar por todos los medios posibles que la situación se pueda repetir, ha informado el Gobierno de Aragón en una nota de prensa.

Se trata de un procedimiento que implica la prevención y la solución rápida de las quejas relativas a todas las modalidades de acoso. Toda persona de la empresa que considere que ha sido objeto de acoso tiene derecho a solicitar la aplicación del protocolo, durante la cual se guarda la más estricta confidencialidad para respetar el derecho a la intimidad de todos los implicados en el proceso.

El código ético y el protocolo contra el acoso conforman, junto al plan de igualdad, el marco de actuación de Sarga en lo que se refiere a principios, valores y normas de conducta del conjunto de la organización.

La implantación del código ético es la última de las medidas tomadas dentro de un plan global de renovación que continuará su despliegue a lo largo del año.