El paseo de caballos es uno de los principales atractivos de la Feria de Abril. Las calles del recinto de Los Remedios van llenándose desde el mediodía de nutridos grupos de jinetes, amazonas y carruajes para disfrutar de un desfile en el que todos, a la grupa de sus nobles animales, tratan de lucir sus mejores galas para convertirse, ellos mismos, en ornamento fundamental de la fiesta que queda para siempre inmortalizada en las miles de instantáneas de locales y turistas.

Una manera más de perpetuar una de las tradiciones de una Feria que está a punto de cumplir su 170 aniversario.

Para garantizar la buena sintonía entre viandantes y jinetes, el paseo de caballos está regulado, de tal forma que se prolonga desde las 12.00 del mediodía, hasta las 20.30 horas, momento en el que cae la luz del sol y en el que los aficionados ecuestres deben abandonar el recinto.

Es habitual que muchos de ellos terminen su jornada en los alrededores del Parque de María Luisa, por su cercanía con Los Remedios, donde dan un rato de fresco respiro a los animales, hasta el día siguiente. La vestimenta de jinetes y amazonas es clave y ha de respetar unos cánones para mantener una armonía estética.

Cada año el Ayuntamiento de Sevilla concede unas 1.400 matrículas para pasear por el Real. Antes de la crisis económica, se establecía un cupo que solo permitía a cada vehículo disfrutar de tres días en el recinto, dividendo las licencias de acceso entre pares e impares.

Sin embargo, la recesión redujo el número de carruajes, por su importante gasto de mantenimiento, por lo que esta restricción no ha estado vigente en los últimos años, ya que no se cubría el número máximo de coches de tracción animal permitido en las calles del Real, que es de 700.