El gerente del Distrito Sanitario Málaga-Valle del Guadalhorce, Maximiliano Vilaseca, y la presidenta de la Fundación Harena, María Angélica Moreno, han firmado un convenio de colaboración en materia de voluntariado para el desarrollo del programa 'Soledad 0-Vida 10'.

En concreto, este proyecto se centra en mejorar la calidad de vida de las personas mayores vulnerables y/o dependientes a través del acompañamiento de voluntarios pertenecientes a esta entidad.

Actividades como acudir a una cita médica, paseo o actividades organizadas por la misma asociación forman parte de este programa, según han informado desde la Junta a través de un comunicado.

El perfil de la persona que puede beneficiarse de este servicio es mayor de 65 años sin apoyo social o con un cuidador principal con un alto nivel de estrés derivado de este cuidado.

El ámbito de actuación de este convenio son los centros de salud de El Cónsul, Nueva Málaga, Victoria, Miraflores, Carlinda, Delicias, Limonar, Alameda-Perchel, Cruz de Humilladero y La Luz.

Por otro lado, han explicado que este convenio se enmarca dentro de las líneas estratégicas del Plan de Participación Ciudadana que se vienen desarrollando en el Distrito Sanitario Málaga-Guadalhoce y cuyo objetivo principal es la participación activa de la ciudadanía en los servicios sanitarios.

La Fundación Harena es una organización privada sin ánimo de lucro que nació en 2007. Además, desde 2008 presta su colaboración a través de las Trabajadoras Sociales de los Centros de Atención Primaria a dependientes del Distrito Sanitario Málaga con dos de sus proyectos propios.

Uno de ellos es el programa de 'Voluntariado de acompañamiento a domicilio', cuyo objetivo es paliar la soledad, el aislamiento y las carencias afectivas de las personas mayores que viven solas o que sus cuidadores se encuentran con sobrecarga por tener que atender otras actividades.

De igual modo, también trabajan conjuntamente en el 'Plan de Familia Voluntaria', formado por familias de niños con discapacidad y familias voluntarias que creen en la necesidad de educar a sus hijos en los valores de la diversidad, la inclusión y la solidaridad. Las familias voluntarias acompañan al discapacitado a las actividades de ocio y tiempo libre que organiza la Fundación.