Las relaciones comerciales de España con el resto de los países crecieron el año pasado, tanto en la faceta exportadora, que experimenta un auge constante en los últimos años, así como en la importadora. Especialmente significativa es esta última faceta, porque suma un segundo avance anual después de un período de retrocesos de 2011 a 2013 (los dos años más duros de la crisis) y denota una mayor capacidad de compra de mercancías en nuestro país.

Según los datos del Informe Mensual de Comercio Exterior que el Ministerio de Economía ha publicado este jueves, el déficit comercial español se redujo el 1,2% en 2015 respecto al año anterior, hasta los 24.173,9 millones de euros, el segundo registro más bajo desde 1998, solo por detrás del dato de 2013 (-16.532 millones).

Las exportaciones españolas crecieron el 4,3% en 2015 y alcanzaron los 250.241,3 millones, el valor más alto desde el inicio de la serie histórica en 1971. Este avance acelera casi dos puntos porcentuales nuestras ventas respecto a 2014, cuando solo crecieron un 2%. Y nos ponemos a la cabeza de la Europa más exportadora, por detrás de Alemania (6,4%), pero por encima de la media de la eurozona (4,2%), de Francia (4%), Italia (3,7%) y Reino Unido (-1,7%).

Los bienes de equipo (maquinaria industrial, material de transporte, motores, aparatos eléctricos...) protagonizaron el año pasado la mayor parte de nuestras ventas al exterior y pesan un 20,1% (50.315 millones) del total. Pero no han sido las mercancías las que registraron el mayor avance, sino el sector del automóvil que creció un 19,6% hasta sumar 42.603 millones de euros.

Esta actividad lidera con 2,9 puntos el aporte al crecimiento anual del 4,3% en las exportaciones; especialmente la venta de automóviles y motos (2,4 puntos) que crece en países como Reino Unido, Alemania, Italia y Bélgica. La exportación de componentes, el otro subsector de actividad, aporta 0,5 puntos y los destinos principales de estos bienes con Francia, Reino Unido, Marruecos y Rumanía.

El crecimiento en el sector del automóvil ha sido continuo desde 2009. Aquel año se facturaron al exterior 27.387 millones de euros, una cifra que languidece ante los 42.603 millones de este año, un 55,6% más que entonces. Y consolida al sector  como uno de los ejes que vertebra la economía española, aportando un 10% del PIB y exportando del 85% al 90% de la producción en las 17 fábricas que existen en España.

"Hay dos motivos para este crecimiento", asegura a 20minutos Mario Armero, vicepresidente de Anfac, la patronal de constructores de coches: "el primero es la diversificación de nuestras exportaciones a países como Corea del Sur, China o Estados Unidos, el mantenimiento de las ventas a la Unión Europea como destino tradicional y mayoritarios... y que hemos abierto nuevas frotneras, como Turquía, donde hemos vendido 100.000 vehiculos el pasado año". Armero cita como segunda clave que no solo se exportan más unidades, sino coches de "más valor añadido" y de mayor precio de venta.

Sin embargo, la balanza comercial es positiva en el caso de los automóviles (se venden por 30.296 millones y se compran por valor de 15.677 millones), mientras que la industria de componentes tiene un cariz más importador: se compraron piezas por valor de 20.214 millones, pero solo se vendieron 12.306 millones. "Si compramos componentes y vendemos coches, es buen indicativo de que el sector industrial va bien", comentan fuentes del sector automovilístico.

La aportación conjunta de ambos subsectores a la balanza comercial española es un saldo positivo de 6.712 millones y solo en el caso de los automóviles de 14.169 millones, pero desde Anfac lo elevan por encima de esa cifra al incorporar la ventas de un millón de camiones y dos millones de motores, que están considerados como bienes de equipo por Economía.

Cifras en millones de euros

Solo los bienes de consumo duradero (electrodomésticos, muebles y electrónica de consumo) crecen a una tasa parecida al automóvil: avanzaron un 18%, hasta los 4.014 millones, aunque su contribución al total de exportaciones (0,3 puntos) es mucho menor que la del automóvil.

Dos sectores económicos experimentaron caídas en el valor de los exportado durante el últimos años y en ambos casos está muy influenciado por el contexto económico global. La facturación de productos energéticos (petróleo, gas, carbón y electricidad) cae un -27,7%, arrastrada por el desplome mundial en los precios de los hidrocarburos. Y la exportación de materias primas también cae un -3,8%, igualmente por su menor valoración en los mercados mundiales de las materiales vegetales y animales por la caída de la demanda (especialmente de China).

Nuestro cliente principal sigue siendo la Unión Europea. Hasta ocho de los 12 principales compradores de productos españoles son comunitarios y a la cabeza de todos está Francia que acapara el 15,5% de nuestras ventas, sobre todo de automóviles y motos [ver gráfico]. Detrás de Francia se sitúa Alemania (10,8% de las ventas, también con el sector del automóvil como protagonista) e Italia (7,5% de las ventas), con los productos químicos como mercancía más demandada. En total, las exportaciones dirigidas a la UE-28 (64,8% del total) se incrementaron un 6,4% impulsadas por la recuperación económica en la región. 

Las ventas a China han crecido un 8,8% en el último año, hasta los 4.438 millones de euros, destacando la expedición de minerales. También repuntan las  exportaciones a Arabia Saudí (3.094 millones, un 36% más, especialmente en ventas de materiales de construcción y transporte) y a Egipto (1.366 millones, un avance del 18,9%).

Las importaciones españolas, por su parte, crecieron el 3,7% hasta los 274.415,2 millones. También la UE fue el origen principal de las mercancías compradas en 2015: hasta 153.586 millones (un 56% del total) los gastamos en adquisiciones a países comunitarios, un 8,9% más que el año anterior.

El despiece por sectores de nuestras compras es muy parecido al de las exportaciones. España compra principalmente bienes de equipo (un 20,4% del total de las importaciones, hasta 55.877 millones) y entre ellos destacan los aparatos eléctricos y la maquinaria industrial. Y también cae el dinero gastado en productos energéticos (-30,3%) y en materias primas (-1%).

Especialmente siginificativo es el caso del petróleo y del gas, porque España compra el 99,6% del crudo y el 99,9% del gas consumido en nuestro país: la factura del crudo ha caído un 33,3%, hasta los 29.035 millones de euros y la del gas un -26,6%, hasta 7.821 millones.

La lista de nuestros principales proveedores la encabeza Alemania, que nos compra mercancías por valor de 35.925 millones (un 12,3% más que el año anterior) y acapara el 13,1% de nuestras ventas totales. Por detrás se sitúa Francia —ambos países se intercambian las posiciones respecto a las exportaciones—y a la tercera posición escala China.

Los españoles compraron bienes por valor de 23.622 millones al gigante asiático (un 19,5% más) y entre ellos destacan los materiales textiles y de confección. Y esa relación comercial desequilibrada de España con China —las exportaciones al país asiático solo suponen 4.438 millones — coloca esta relación bilateral a la cabeza de la lista de mayores déficitis comerciales de España: el saldo comercial negativo con China asciende a -19.184 millones.

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Entre los saldos ecomerciales en los que España también presenta números rojos, cabe destacar también a Nigeria, un país que se ha convertido en los últimos meses en el primer proveedor de petróleo en nuestro país, por delante de México.

En la balanza positiva para España, sin embargo, destacan las relaciones comerciales de superávit con países como Francia, Portugal y Reino Unido.

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