La familia de Lupe Jiménez asegura que había sufrido malos tratos antes de ser acuchillada por su marido

Los forenses concluyen que la víctima no pudo defenderse

La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha retomado este miércoles el juicio contra José Luis Cortiñas, acusado de haber asesinado a su mujer María Luisa 'Lupe' Jiménez en febrero de 2014, cuando estaba embarazada de cinco semanas.

La sesión ha tenido que ser suspendida después de que varios familiares de la víctima intentasen agredir al acusado. A pesar de las fuertes medidas de seguridad dispuestas en la Audiencia para evitar incidentes, los seis agentes de la Policía Nacional que se encontraban en la sala fueron insuficientes para contener a la treintena de personas que se abalanzaron contra el procesado, que resultó herido con pequeñas contusiones provocadas por los golpes recibidos y por el impacto de una lata de refresco. Después de una suspensión de media hora el juicio se retomó a puerta cerrada.

Antes, el tribunal del jurado pudo escuchar las declaraciones de Cristina Jiménez, hermana de la fallecida y de Jacobo, uno de los cuñados, que contradijeron la versión de los hechos dada por José Luis Cortiñas asegurando que aquel día el acusado se encontraba "muy nervioso y enfadado" después de recibir una llamada y que Lupe había dicho que no quería ir con él a Lugo y que "se fue con miedo y obligada".

"Iba con mucho miedo. Es mi hermana y la conozco, sé que iba con miedo. Creo que no llevaba ni el carné de identidad encima", explicó Cristina Jiménez.

Esta hermana también ha dado detalles de un presunto episodio de malos tratos cuando el matrimonio residía en Lugo. "Él ya la había golpeado unos meses antes, ya la había maltratado", ha sostenido. "Le dio un puñetazo en un ojo y ella se vino para casa y sus hermanos vinieron a buscarla", ha relatado la mujer, que insiste en que Cortiñas "la maltrataba mucho".

Testimonio de agentes

En esta segunda jornada del juicio también han declarado los agentes de la Guardia Civil de Santiago de Compostela que intervinieron en el levantamiento del cadáver. Así, han asegurado que el cuerpo no podía ser descubierto "a simple vista", ya que estaba cubierto de cortezas de árboles y escombros, entre otros, una nevera, en medio de un vertedero clandestino en una pista forestal en un desvío de la carretera nacional N-664.

Además, han destacado que les llamó la atención que las zapatillas estaban colocadas al lado de la cabeza y también la escasa cantidad de sangre existente, lo que les hizo sospechar que la mujer fue acuchillada en otro lugar.

En ese lugar no encontraron ni el arma homicida ni el destornillador con el que Cortiñas aseguró que su mujer había tratado de agredirle.

Conclusiones de los forenses

Por su parte, los forenses han detallado que el cadáver no presentaba heridas "defensivas" y afirmaron que el arma homicida tendría "un poco más de tres centímetros". En su confesión Cortiñas declaró que había acuchillado a su mujer con la navaja que utilizaba para "hacer los porros".

Los forenses del Instituto de Medicina Legal de León aportaron un informe sobre la imputabilidad de José Luis Cortiñas y sobre consumo de drogas, concluyendo que el acusado, feriante de profesión, "no presenta alteración alguna de las bases psicobiológicas" por lo que, "tiene imputabilidad plena". Y añadieron que es un consumidor de cocaína desde los 21 años con cannabis y alcohol esporádico.

El juicio se retomará este jueves a puerta cerrada con la lectura de los informes de las partes y sus conclusiones finales.

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