María Salmerón podría entrar en prisión este viernes. Su delito: "respetar la voluntad" de su hija de 15 años, que desde los 12 se ha negado a ver a su padre en el punto de encuentro estipulado por el juez. Pero, ¿cómo ha llegado esta sevillana de 51 años, auxiliar de enfermería, a esta situación?

Salmerón se casó en 1999 y se separó en 2001 porque su marido la maltrataba. Fue condenado por ello a 21 meses de prisión, pero nunca ingresó en la cárcel. Pese a todo, mantuvo la custodia compartida y el magistrado determinó que la hija de ambos, Miriam, tenía que someterse a un régimen de visitas en un punto de encuentro, al que acudió desde los 6 años.

Pero a los 12, le dijo a su madre que "no quería volver a ver a su padre". Y María, aunque acudía puntualmente a los encuentros concertados, "no podía hacer otra cosa que respetarla, no iba a obligarla a entrar", cuenta a 20minutos.

Su decisión le ha acarreado varias condenas por incumplir el régimen de visitas, tras las denuncias interpuestas por su exmarido. Una de ellas, de siete meses, podría hacerse efectiva mañana. "Mi abogado le presentó un escrito a la jueza pidiendo la aclaración del auto. Veremos mañana que nos dicen en el juzgado", relata María, que reconoce que hay días, como el de este jueves, "en los que no me puedo ni levantar de la cama".

Esta condena es posterior a otra de seis meses, dictada por los mismos motivos, y que se encuentra en "punto muerto" después de que Salmerón solicitara el pasado año al Gobierno central el indulto. El ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, aseguró en marzo de 2015 que la petición se estaba tramitando y que el Ejecutivo tendría "la máxima sensibilidad para poder encontrar las circunstancias que permitan el otorgamiento del indulto si así lo informa favorablemente el tribunal sancionador".

Pero casi un año después, María asegura que "todo se quedó en palabras, porque no he vuelto a tener más noticias". Y añade: "Como no tenemos Gobierno, no sé en qué manos estamos ni a quién acudir. ¿A Rajoy?, ¿a Sánchez? Espero que pronto se conforme el Gobierno y que las cosas que en su día no se hicieron bien se repongan ahora". Porque, según insiste María, "no es lógico que un maltratador esté libre y su víctima tenga que ir a la cárcel".

Lo mismo opina su hija. "Está indignada, no considera justo que su madre tenga que entrar en prisión. Y tiene clarísimo que no va a volver a ver a su padre nunca más". Un padre con el que nadie del entorno de María ha vuelto a tener contacto. "Con un maltratador no se puede hablar", asevera tajante.

Pase lo que pase este viernes, este no es ni de lejos el final de la historia de María Salmerón, porque aún "hay otra condena pendiente que está al caer. Y con esta, que es de un año, se han cebado", señala. Pero es que además de las penas de prisión, Salmerón lleva años afrontando "multas millonarias" que paga "como puede" porque tiene la nómina embargada.

"Cada mazazo va en detrimento de mi salud", continúa esta mujer que reconoce que "el miedo" a su maltratador "siempre está ahí". Pero, "uno no puede vivir todos los días pensando en la muerte, así que hay que seguir adelante, no queda más remedio".

Además del apoyo de su familia, de sus amigos y de sus compañeros de trabajo, María cuenta con el amparo de algunos políticos.

La secretaria de Igualdad del PSOE, Carmen Montón, ha urgido este jueves al Gobierno en funciones a que apruebe el indulto para María. Catalá "se comprometió a concederle el indulto", por lo que debe proteger a María", ha recordado Montón, que considera que el caso de esta sevillana es "de total desprotección".

Elena Valenciano, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, también ha mostrado su apoyo a María a través de Twitter: "Mañana, si nada lo impide, entrará en la cárcel María Salmerón acusada de no dejar que su hija viera a su padre, un maltratador #Injusticia".