El expresidente de la Diputación de León tacha de "patraña" que a Carrasco le gustaran las mujeres

  • Este martes también ha declarado la que fuera última pareja sentimental de la presidenta asesinada: "Desde el día que la vi tirada en el suelo mi vida se acabó".
  • Otro testigo, el trabajador de la ORA que se encontraba con la policía local acusada, defiende que Raquel Lago pudo ver a Triana meter el bolso en su coche.
  • Marcos Martínez y Jesús López recalcan que madre e hija solicitaron las preguntas del examen para la plaza de ingeniero a la que Triana quería opositar.
El expresidente de la Diputación de León, Marcos Martínez, durante su declaración en el juicio por el crimen de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco.
El expresidente de la Diputación de León, Marcos Martínez, durante su declaración en el juicio por el crimen de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco.
EFE
El expresidente de la Diputación de León, Marcos Martínez, durante su declaración en el juicio por el crimen de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco.

El expresidente de la Diputación de León, Marcos Martínez Barazón, que sucedió a Isabel Carrasco al frente de la institución, ha tildado este martes de "patraña terrible" decir que a la dirigente política del PP le gustaban las mujeres tal y como sostiene Triana Martínez.

"Es de lo más feo que he visto en mi vida", ha subrayado Martínez Barazón durante su declaración. Tenían "inquina" a Isabel Carrasco, ha añadido. "Isabel me comentó que Triana tenía mucha cara porque le había pedido las preguntas de la oposición", ha explicado Barazón en alusión al examen para la plaza de ingeniero de telecomunicaciones en propiedad a la que aspiraba la joven, que entonces ocupaba de forma interina.

Poco después, Triana le pidió a él mismo las preguntas del examen, según ha explicado. Martínez Barazón, que pasó algo más de un mes en la cárcel por su presunta implicación en la Operación Púnica tras ser detenido poco después de ser nombrado presidente de la Diputación, ha asegurado que Isabel Carrasco era una de sus mejoras amigas. "A Isabel no le gustaban las mujeres", ha recalado Barazón ante el supuesto acoso sexual que ha denunciado Triana Martínez por parte de la dirigente del PP.

Turno de la última pareja de Isabel

Jesús López Brea, quien fuera última pareja de Isabel Carrasco, ha expresado este martes, durante su declaración en la Audiencia de León, el mazazo que supuso la muerte a tiros de su entonces compañera sentimental: "¡Desde el día que la vi tirada en el suelo mi vida se acabó!", ha lamentado.

El testigo ha insistido en que después del crimen se ha quedado "sin nada", sin trabajo desde diciembre de 2014 y sin ningún tipo de ocupación. "Ahora estoy intentando estar en Madrid y sacar fuerzas de no sé dónde para intentar seguir con mi vida", ha agregado.

El declarante ha explicado que el 12 de mayo de 2014 decidió ir en moto hacia la sede del PP de León, mientras que Isabel prefirió hacerlo andando y cruzar la pasarela sobre el río Bernesga. Cuando él llegó vio a Marcos Martínez, entonces vicepresidente de la Diputación de León, intentando llamar a Isabel Carrasco y preocupado porque ésta no cogía el teléfono y porque aún no había llegado.

El excompañero sentimental de la víctima ha recordado que se acercó a la pasarela, hasta el cordón policial, pero no se veía nada y tan sólo vislumbró "personal sanitario y policías", momento en el que le dijeron que Isabel estaba ahí. "Salté el cordón y al llegar arriba (de la pasarela) la vi. Estaba con una sábana blanca tapada, pude ver los zapatos, su cabeza, su pelo, la sangre. Me dijeron Jesús no vayas y pregunté ¿Está bien? ¿Está viva? Y me dijeron, está fallecida", ha explicado.

Jesús ha asegurado que Carrasco no llevaba escolta porque no se había sentido amenazada, ni tampoco había notado seguimientos de ningún tipo. El testigo ha explicado que conocía a Montserrat González y a su hija Triana Martínez por ser afiliadas del PP y que había coincido con ellas en algunos actos. En uno de ellos, Montserrat le presentó a su hija y le dijo que "estaba en el partido y era muy válida" y que le tenía que decir a Carrasco que "la echara una mano", algo que le pareció, en ese momento, "absolutamente normal".

Plaza de ingeniero

Posteriormente, Jesús comentó a Isabel ese episodio y ella le contestó que "esa plaza iba a quedar libre", en referencia a la de ingeniero en Telecomunicaciones de la Diputación de León, y que lo que tenía que hacer Triana era "preparase bien para presentarse al examen y obtenerla". En otra ocasión, según ha precisado Jesús López Brea en la vista, Montserrat le pidió las preguntas del examen de oposición para que su hija Triana obtuviera la plaza. "Le dije que eso a Isabel no le iba a hacer gracia, que estudiara y se presentara", ha indicado.

Testigo: trabajador de la ORA

Este martes también ha declarado como testigo el controlador de la ORA, Julio Mozo, que ha afirmado que la policía local Raquel Gago pudo ver cómo Triana Martínez metía en su coche un bolso que contenía el revolver con el que minutos antes su madre, Montserrat González, había matado a la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco.

Mozo ha explicado que se encontraba conversando en la calle con Raquel Gago cuando llegó Triana y escuchó cómo le pedía que abriera el coche. "Vi llegar a una joven por la calle Lucas de Tuy y con cierta prisa dijo a Raquel 'abre el coche' y añadió 'ahora mismo vuelvo, voy a la frutería', después de lo cual Raquel siguió hablando conmigo", ha explicado el testigo.

En este sentido, el controlador de aparcamiento ha señalado que Raquel pudo ver cómo metían algo en su coche porque en su posición tenía una visión completa del vehículo, aunque él no se percató. También ha añadido que, aunque estaba hablando con Raquel, no se percató de la llamada telefónica de 17 segundos que le hizo Triana.

Sí ha manifestado que la acusada dijo: "¡Joder, cuánto tarda esta tía!" al no regresar Triana, que se dirigió desde allí hasta el lugar donde tenía aparcado su coche, donde fue detenida junto a su madre. Raquel y Triana han declarado que se encontraron casualmente en la calle y la segunda afirma que introdujo el arma en el coche sin que lo supiese su amiga, mientras que el fiscal sostiene que fueron cómplices en el plan urdido por Montserrat González para matar a Isabel Carrasco.

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