Los niños comienzan a ser un bien escaso en muchas ciudades y barrios; no digamos, en las zonas rurales. Es un fenómeno tan evidente que el inglés –la lengua del mundo– ya le ha puesto nombre. Son los dinks: Double Income No Kids (en español: doble sueldo sin hijos). De eso sabe mucho España. Según la Encuesta Continua de Hogares de 2014 del Instituto Nacional de Estadística (INE), las parejas jóvenes sin hijos y que ni se planteen tenerlos suponen casi 4 millones de hogares en nuestro país.

Tanto en España como en Europa, el número de hogares dinks no para de crecer y la previsión es que siga en aumento. Únicamente en Europa se ha incrementado un 14% en la última década, lo que se traduce en más de 53 millones de hogares. Claro que es un fenómeno global, que también se extiende por las zonas urbanas de otros países como Estados Unidos, Brasil, México o Chile.

Como detalla el blog de Anida, se trata de personas que viven en la ciudad –principalmente en régimen de alquiler–, entre los 25 y 40 años, con buenos ingresos y un nivel educativo alto. Su estilo de vida se basa en el ocio: les encanta viajar, salir a cenar, comprar lo último en tecnología y moda, vivir experiencias únicas… Un estilo de vida donde no caben los límites, o sea, los niños.

En gran medida, los dinks comparten la forma de ver la vida de la generación Y, aquellas personas nacidas entre 1980 y el 2000 que buscan pasión, retos y felicidad en todo lo que hacen. Por tanto, es muy previsible que el número de parejas que conviven juntas sin hijos aumente en la próxima década.

En la actualidad, las personas solteras y parejas sin hijos constituyen más del 50% del total de hogares en el mundo desarrollado; un perfil sociológico muy atractivo para las marcas, especialmente aquellas que ofrecen artículos exclusivos. Este nuevo modo de compartir una vivienda, esta nueva concepción de la vida y la familia cambiará por completo la estructura socioeconómica de las ciudades.