El Gobierno central ha traspasado hoy a la Generalitat el Hospital Clínic de Barcelona, históricamente perteneciente al Estado, después de 25 años de transferencias de las  competencias sanitarias a Catalunya y dos años de negociaciones.

Esta transferencia lleva asignada una dotación de 75 millones de euros anuales y una aportación extraordinaria de 110 millones, que el Estado entregará de una sola vez a lo largo del periodo 2008-2012, para sufragar la deuda del centro.

También han concretado la creación de las ponencias en las que se cerrará el traspaso de los servicios ferroviarios de Cercanías de Renfe, de la Inspección de Trabajo, del Museu Arqueològic de Tarragona, y de la expedición y homologación de títulos y estudios extranjeros no universitarios.

Ha quedado pendiente para después del verano la negociación sobre el futuro de la gestión de los aeropuertos catalanes, tanto los secundarios (Girona, Reus y Sabadell) como el de El Prat.

Estos acuerdos son fruto de la reunión de la Comisión Bilateral Estado-Generalitat de Catalunya, una de las tres comisiones que se encargan del desarrollo del Estatut.

Otros acuerdos

Esta tarde se ha cerrado el traspaso de otras materias. Así, la próxima Comisión Mixta de transferencias (en septiembre) se encargará del traspaso de la gestión de los códigos de libros y revistas ISBN e ISSN y de una primera parte de la gestión del litoral.

También se transfiere la concesión y vigilancia de determinadas autorizaciones, como las de los usos de temporada (instalaciones desmontables y bienes muebles), de la que se encargará la Generalitat a partir del 1 de noviembre.

Además, se ha cerrado el traspaso de la declaración de utilidad pública de asociaciones y la aplicación de los beneficios fiscales, y de la seguridad privada.

El desarrollo del Estatut

Tanto la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, como el conseller catalán de Interior, Relacions Institucionals y Participació, Joan Saura, se han mostrado satisfechos por los acuerdos alcanzados y el representante catalán quiso destacar su trascendencia política.

Saura ha agregado que los trabajos de estos últimos cuatro meses "dejan muy claramente en el panorama político español y catalán que los dos gobiernos quieren desarrollar el Estatut, que lo desarrollan de forma profunda y que son la garantía de su desarrollo".