El Plan de Acompañamiento Social a las familias de El Cavero, puesto en marcha el pasado 15 de julio por el Gobierno de Castilla-La Mancha, se centra en estos momentos en encontrar soluciones individuales a las 20 familias que permanecen en el campamento, del total de 47 que residían en el asentamiento desalojado el pasado jueves.

El grupo de 23 personas con necesidades especiales que Bienestar Social reubicó en hoteles de la provincia y en una residencia de mayores, ha renunciado voluntariamente a sus plazas, en unos casos tras encontrar donde vivir utilizando la ayuda de emergencia recibida y, en otros, para acudir al campamento en el que se encuentran sus familiares, según ha informado la Junta en nota de prensa.

Las cuatro mujeres embarazadas y la madre reciente, junto a sus parejas, así como la mujer octogenaria y su acompañante que fueron ubicados en una residencia de mayores y recibieron una silla de ruedas, han encontrado donde residir o han regresado voluntariamente con sus familias al campamento provisional.

Un total de 27 familias, el 57 por ciento de las que fueron desalojadas de El Cavero, han encontrado una solución a su residencia, tras la puesta en marcha del Plan de Acompañamiento Social que llevan a cabo tres técnicos en integración social de la entidad socio-educativa Llere, por encargo del Gobierno de Castilla-La Mancha, que continuarán trabajando con el resto de familias hasta el 31 de diciembre, tal como está previsto.