Una vida condicionada por la fama. Actualmente, las redes sociales son el foco principal que permite a una persona proyectar su imagen y darse a conocer. Guapa, delgada, atractiva, perfecta... con unas medidas de escándalo y una sonrisa que hipnotiza. Así es Essena Oneil, una modelo australiana de 18 años por la que se peleaban las grandes marcas y que ha decidido cerrar sus cuentas en las redes sociales.

Con más de medio millón de seguidores en Instagram, 200.000 en Youtube y 60.000 en Snapchat las firmas llegaban a pagar cantidades ingentes de dinero para que sus prendas o complementos apareciesen en sus fotografías. Sin embargo Oneil se ha cansado de vivir "un sueño" y no la realidad.

La modelo ha decidido terminar con la farsa y eliminar la mayoría de sus cuentas.

Para ayudar a concienciar a la gente, además, ha optado por dejar su cuenta de Instagram pero modificando su nombre por el de 'Social Media is Not Real' —las redes sociales no son reales—. A su vez, la joven ha editado las descripciones de las fotos, explicando cómo fueron tomadas estas imágenes perfectas.

En uno de los casos más sorprendentes asegura que "se hizo 100 fotos en poses similares para lograr que su vientre se viera bien", añadiendo que "apenas había comido aquel día".

Asimismo ha explicado su historia a través su nuevo proyecto 'Let’s be a game changers' , donde busca aportar un toque de conciencia a todos los consumidores "no os sintáis miserables, sed reales", aconseja.

Un video en Youtube es la plataforma que ha elegido para manifestar sus pensamientos y mostrar su verdadera imágen.

Bajo el título: "Dedicado a mi yo de 12 años", la modelo comienza explicando que con 12 años soñaba con ser una de esas modelos de medidas perfectas que se mostraban al mundo perfectas a través de bonitas fotografías en la red. Cuando cumplió 16 logró tener en su bandeja de entrada correos de las más prestigiosas agencias de Australia y América y con ello, poder cumplir su sueño de ser modelo.

"Lograr medio millón de seguidores en Instagram habría sido algo impensable con 12 años, habría exclamado: ¿Qué?, ¿yo?, ¿medio millón de seguidores?, sin por supuesto creérmelo. La alegría me duró un rato, pero al poco ya estaba buscando alcanzar el millón de seguidores", explica Oneil.

"Cuando dejas que los números te definan, está dejando que te defina algo no real. Likes, visitas, followers… de los 12 a los 16 años busqué el reconocimiento de la gente, de los 16 a los 18 años intenté mejorarme a mí misma esperando su aceptación. Todo lo que hacía en el día estaba enfocado a ser la chica perfecta de cara al mundo online". Y lo consiguió.

Sin embargo, su tristeza es evidente. En el vídeo, ella misma relata su incursión en las redes sociales, su fama, los miles de mensajes y los e-mails que recibía a diario, y también lo miserable y falsa que se sentía.

Abandonar las redes sociales, borrar más de 2000 fotografías de sus redes sociales y modificar la descripción de muchas de ellas para explicar lo que verdaderamente escondían, Essena Oneill comenzó así su estrategia de desintoxicación de las redes sociales el pasado martes 27 de octubre.

Se pasó la mayor parte de su adolescencia siendo adicta a las redes sociales, a la aprobación social, y a lograr un estatus social soñado. “Las redes tal y como yo las utilizaba no eran reales. Las fotografías eran forzadas y los vídeos editados”, comenta en el vídeo. “Se trataba de un sistema basado en likes, visitas y seguidores. Todo ello me consumía”.

Por último, busca concienciar a la sociedad sobre el riesgo de las redes sociales, Essena Oneill añade "Estoy tan agradecida de pensar en la cantidad de hombres y mujeres jóvenes que puedan estar viendo esta iniciativa y así dejar de limitarse a las ideas artificiales de la felicidad online. Cuando dejas de comparar y verte a ti mismo en contra de otros, es cuando comienzas a ver tu propia chispa y la individualidad. Todo el mundo tiene amor, bondad, creatividad, pasión y propósito. No dejes que nadie te venda algo diferente", finaliza.