Un grupo de personas ha quemado la madrugada de este domingo en Vizcaya ocho autobuses de la empresa de transporte público Bizkaibus, en un sabotaje provocado, ya que ha aparecido en el lugar una garrafa de gasolina, restos de un petardo usado para provocar el fuego y pasquines del preso de ETA Ibón Iparagirre.

La Ertzaintza ha informado de que el fuego ha prendido en los autobuses aparcados, vacíos, en las cocheras en el polígono industrial de Ugaldeguren situado en Derio, en la provincia de Bizkaia, sobre la una de la madrugada. Siete autobuses han quedado completamente calcinados y otro parcialmente quemado.

Los bomberos han tenido que trabajar hasta las cinco de la madrugada para extinguir las llamas. Un retén permanece en el lugar para controlar que no se reavive. Tras examinar la zona, la Ertzaintza ha encontrado la garrafa, el petardo y los pasquines que reclaman la puesta en libertad de Iparagirre, preso de ETA enfermo.

Hace poco más de un año, el 21 de agosto del 2014, se produjo un ataque similar que quemó cinco autobuses en el municipio de Loiu, contiguo a Derio, que fue reivindicado por un grupo a través de un correo electrónico anónimo, un ataque con el que también se reclamaba la excarcelación de los presos de la organización terrorista enfermos.

La Diputación foral de Vizcaya cifró en más de dos millones de euros el coste de los autobuses que la madrugada de este domingo han sido quemados de manera provocada y ha precisado que se está trabajando junto con la empresa Acha para que el servicio Bizkaibus en Txorierri-Mungialdea no se vea afectado.

Tras los hechos, el diputado foral de Transportes, Movilidad y Cohesión Territorial, Vicente Reyes, informó la mañana del domingo al diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, de los "gravísimos" hechos.

Ambos han coincidido en rechazar estos hechos y han den denunciado que la violencia "perjudica social y materialmente a todos los vizcaínos".

El coste de los 8 autobuses afectados —siete calcinados y uno muy dañado— es de más de 2 millones de euros. El coste mínimo de cada autobús es de 250.000 euros, aunque puede ser mayor en algunos modelos.

Vicente Reyes ha precisado que el posible déficit que pueda resultar se "cubre entre todos con los impuestos" y, ha resaltado que, en cualquier caso, los usuarios "son los perjudicados más inmediatos y directos".