La mala gestión forestal, la presión urbanística y los envenenamientos son algunas de las causas que han generado el notable descenso en la población de águila imperial registrado en la provincia de Avila en los últimos años.

Así lo manifestó hoy en La Granja (Segovia) el jefe de la Unidad de Ordenación y Mejora del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Sabas Yagüe Bosch, que intervino como ponente en el Curso de Verano 'Gestión Sostenible y Conservación de la Biodiversidad en la Red Natura 2000' organizado por la Universidad CEU San Pablo en la Real Fábrica de Cristales.

Yagüe Bosch ha lamentado especialmente la situación del Valle del Tiétar, "cuya población de águila imperial se ha visto reducida sensiblemente debido a los envenenamientos, producidos la mayoría de ellos fuera de la comarca".

Además de erradicar los envenenamientos, el doctor ingeniero de montes ha resaltado la necesidad de evitar las perturbaciones en el área de cría del águila imperial, ya que en muchos casos también ocasiona problemas.

Momentos delicados

En este sentido, indicó que uno de los momentos más delicados es cuando la hembra está incubando, "porque si por una perturbación externa, la hembra abandona el nido temporalmente, el huevo terminará por enfriarse y perderse, algo que ocurre con cierta frecuencia y que obligaría a restringir el tránsito humano en las áreas de gestión condicionada durante el período de cría".

El experto subrayó la importancia de elaborar un Plan de Uso Público de las zonas de cría y reproducción del águila imperial "que contemple como aprovechamientos compatibles los usos forestales y la conservación del águila imperial".

Yagüe indicó que este plan debe contemplar medidas como la prohibición de circulación de vehículos fuera de las pistas forestales, el uso de maquinaria en buen estado de funcionamiento para las explotaciones agrícolas o el empleo de productos de origen vegetal para el aporte alimenticio al ganado extensivo.