Ernesto Román es tripulante del buque Don Pedro que el miércoles se hundió muy cerca de las costas de Ibiza.

Ernesto concretamente es el cocinero de la embarcación y apenas le quedan cinco días para jubilarse, pero asegura que la experiencia que ha vivido del hundimiento "fue como en el Titanic, horrible, llegué a caer desde una altura de 15 metros, golpeándome con las barandillas".

Ernesto dice haber tenido suerte, porque pudo agarrarse a una tabla en al agua y mantenerse a flote, pues el salvavidas que se puso nada más saberse que el barco se hundía se le salió justo antes de caer al agua.

Cierre de la playa de Ses Figueretes

El Ayuntamiento de Ibiza ha decretado el cierre de la playa de Ses Figueretes, en el sudeste de la isla, al detectarse que la mancha de combustible provocada por el hundimiento del mercante "Don Pedro" "se ha ido desplazando" a esta zona.

El cierre a los bañistas de la playa de Ses Figueretes se suma al decretado a primera hora de la mañana en la playa de Talamanca con motivo del suceso, aunque como medida preventiva, ya que, explicó Leciñena, la presencia de este fuel no constituye "peligro" para la saludo, y con el objetivo de facilitar las labores de limpieza.

En este contexto, es "esperable" que "pequeñas manchas" fruto de ese fraccionamiento, que no de una expansión, alcancen la playa Den Bossa u otras zonas, en función de la dirección del viento.

Leciñena negó que el buque tenga fugas por las que sale el combustible, sino que éste llega al exterior a través de los denominados "suspiros", conductos por los que se conectan los depósitos de combustible de las embarcaciones al aire.

Dos de ellos ya han sido sellados y se trabaja para taponar el tercero, añadió.

¿Afectará al parque natural de Ses Slines?

En otro momento, Leciñena no pudo asegurar que el vertido no afectará al parque natural de Ses Salines ("no se puede descartar del todo nada", dijo), si bien sí que aseveró que "no está previsto que haya afectación" a la alga Posidonia ni a los fondos marinos de la zona. La consellera tampoco pudo precisar en cuánto tiempo estará solucionado el suceso, pero aventuró que "lo más gordo" podría haberse arreglado en una semana, mientras que en un mes el agua podría volver a estar transparente.

Por su lado, el presidente del Consell de Ibiza minimizó el impacto del vertido al asegurar que afecta a una zona de unos "500 metros" y a dos playas, cuando la costa ibicenca tiene 18 kilómetros y 50 playas.