Echávarri rechaza el macrocentro de Ikea porque sería "un muro de Berlín" y apuesta por debatir cómo debe ser

Dice que los representantes de Ikea volverán a Alicante porque le han comunicado que "fue un malentendido"
Multinacional sueca Ikea
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EUROPA PRESS
Multinacional sueca Ikea

El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, ha rechazado el macrocentro comercial ligado a la tienda de Ikea en el barrio de Rabassa porque se convertiría en un "muro de Berlín" para la ciudad y ha señalado que el debate radica "en cuántos metros cuadrados son soportables".

Además, ha considerado que la oferta que sea aceptable se decidirá en el Consejo Local de Comercio porque la que existe sobre la mesa —83.000 metros cuadrados de superficie comercial—, "no es asumible" porque "arrasaría el comercio" y "vaciaría los barrios", al situarse todo en la entrada a la ciudad.

"Cualquier persona encontraría todo, como compras u ocio, sin entrar en la ciudad. No nos podemos permitir colocar ese muro de Berlín en la entrada. A partir de ahí, el debate está ver cuánto de asumible es la superficie anexa que Ikea quiere poner".

El alcalde ha avanzado que se debe abordar en el Consejo Local y ha apuntado que "algún comerciante" ha valorado como "una buena oferta" reducir la propuesta de Ikea hasta los 40.000 metros cuadrados. "No es nada oficial, pero insisto que se debatirá allí y saldremos con una oferta que será la de la ciudad", ha subrayado Echávarri que ha defendido que el "foro" para ello es el consejo.

Asimismo, en atención a los medios este lunes, ha explicado que la situación vivida el pasado jueves, cuando dos representantes de Ikea abandonaron una reunión anunciada con el tripartito, "no cambiará la agenda", aunque ha reconocido que siguen "buscando una explicación lógica".

Sobre las negociaciones con la multinacional, ha dicho que los representantes volverán a Alicante porque le han comunicado que "fue un malentendido", pero ha advertido que tendrán que regresar con una decisión tomada "sobre si siguen con Enrique Ortiz o si realmente apuestas por la ciudad de Alicante porque los intereses no son los mismos".

Rabassa "no es el sitio"

Echávarri ha aseverado que para instalarse con rapidez, la opción de los terrenos de Rabassa "no es el sitio" porque "está judicializado" y, además, se trata de un espacio donde el Ayuntamiento "no decide" porque está en una Actuación Territorial Estratégica (ATE) que "sustrae soberanía" dado que quien decide es la Generalitat Valenciana y donde el consistorio "no pinta nada".

"El Plan Rabassa estuvo 10 años paralizado en los tribunales. Si su interés es ponerse rápido no es la ubicación idónea. Hay dos pleitos puestos de particulares. De los 40 informes, más de 20 son negativos. De las 29 partes que han alegado, pon que vayan a juicio la mitad. Va a ser un infierno procesal, administrativo y judicial".

Ha insistido en que "va a costar mucho que se pueda despejar" y ha recordado que "si interesa la ciudad podemos sentarnos a hablar de mil ubicaciones".

Finalmente ha opinado que el único empleo neto que se creará con Ikea será el de la propia multinacional, dado que con el centro comercial de 83.000 metros cuadrados "se destruiría para crear" y ha augurado que "cerrarían los centros de Puerta Alicante, Gran Vía, Alcampo, temblaría, o MediaMarkt cerraría para irse allí". "No se van a crear 5.000 puestos de trabajo netos, eso seguro" y ha creído que "nunca se han presentado informes serios sobre los puestos de trabajo netos que se van a crear".

Consejo local de comercio

El alcalde también ha explicado que su interés por dar entrada a los trabajadores del pequeño comercio en el Consejo Local radica en que tenían voz los autónomos y las empresas.

A su juicio, "hay una parte importantísima son los trabajadores y que tienen mucho que opinar para mejorar, porque son quienes reciben las quejas, las sugerencias, las reivindicaciones o las propuestas". Como ejemplo ha dicho que el director de una multinacional "no recibe" a los clientes y un trabajador sí y, por ello, "pueden aportar mucho".

El Consejo Local de Comercio dará entrada a los trabajadores del sector "canalizado a través de los sindicatos" y ha reconocido que el órgano deberá modificar su reglamento que se abordará "en la primera reunión".

Con todos los actores sentados a la mesa, Echávarri se ha comprometido a que "todos participen" y a que "se les consulte siempre que sea necesario para conformar una decisión del equipo de Gobierno". "No tomaremos una decisión sin escuchar lo que digan, opinen y consensuen en una mesa muy plural. Será un consejo operativo e influyente, no un consejo de oyentes que es lo que era", ha manifestado.

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