Kuniyoshi, el pintor pacifista que huyó de Japón y fue declarado 'enemigo' en los EE UU

  • Yasuo Kuniyoshi (1853-1953) escapó de Japón para no hacer el servicio militar y se estableció en los EE UU, donde lo ningunearon durante la II Guerra Mundial.
  • Es una de las grandes figuras del modernismo del país, comparable en importancia a Hopper y O'Keeffe, y fue un persistente activista contra el belicismo.
  • La exposición 'El viaje artístico de Yasuo Kuniyoshi', la primera en 67 años, reivindica a un artista todavía aparcado por su condición de 'incómodo inmigrante'.
'El pequeño Joe con una vaca', de Yasuo Kuniyoshi
'El pequeño Joe con una vaca', de Yasuo Kuniyoshi
Crystal Bridges Museum of American Art Bentonville, Arkansas, photograph by Amon Carter Museum of American Art. © Estate of Yasuo Kuniyoshi/Licensed by VAGA, New York, NY
'El pequeño Joe con una vaca', de Yasuo Kuniyoshi

Yasuo Kuniyoshi (1853-1953) desarrolló su carrera como pintor en los EE UU, donde creó un cuerpo artístico deslumbrante marcado por las tendencias modernistas de la primera mitad del siglo XX. Nacido en Japón, había escapado del país a los 16 años con doscientos dólares en el bolsillo porque era pacifista, le asqueaban las ansias imperiales del régimen del emperador y la política belicista y no estaba dispuesto a ser alistado obligatoriamente en el ejército. Pese a estas creencias, de las que nunca renegó, la administración estadounidense le persiguió como 'enemigo' durante la II Guerra Mundial y, en consecuencia, su obra fue condenada al ostracismo.

De la misma altura artística que Edward Hopper y Georgia O'Keeffe y moviéndose en un territorio plástico similar en el momento en que los creadores de los EE UU reexaminaron su dependencia de las normas europeas y desarrollaron estilos personales con formas de expresión y temas propios, Kuniyoshi nunca lo tuvo fácil en un país donde siempre se sintió como un "incómodo inmigrante" pese a que no cejó de hacer propaganda contra la política japonesa. Una gran exposición, la primera que se celebra desde 1948, hace 67 años, recupera la importancia del pintor.

41 pinturas y 25 dibujos

The Artistic Journey of Yasuo Kuniyoshi (El viaje artístico de Yasuo Kuniyoshi) concede a la pinacoteca organizadora, el Smithsonian American Art Museum de Washington, el mérito de restaurar el error histórico, social y artístico del persistente ninguneo. La muestra, en cartel hasta el 30 de agosto, reúne 41 pinturas y 25 dibujos. Es la mayor retrospectiva dedicada al creador japonés que combinó la melancolía modernista con la influencia de la ensoñación de Marc Chagal y el fauvismo cubista de Raoul Duffy.

"Kuniyoshi sigue siendo uno de los más importantes e innovadores artistas modernos de nuestro país, sin embargo, su trabajo no ha sido exhibido durante décadas", dice Betsy Broun, una de la codirectoras del museo. "Estamos orgullosos de que el Smithsonian American Art permita a una nueva generación de espectadores descubrir las enriquecedoras pinturas de este artista", añade.

Sensualidad erótica y tragedia

Pintor en activo desde la década de los años veinte, el japones pasó de un estilo humorístico con personajes inexpresivos en situaciones que rozan el absurdo, a la sensualidad erótica y la profunda tragedia que colmó la obra de sus etapa final. Sus cuadros, elocuentes y turbadores, con artistas de circo, mujeres aparentemente felices y niños, combinan las leyes sutiles del diseño japonés con los motivos libres y alucinados del modernismo existencial estadounidense.

Con un manejo excéntrico de la escala y la perspectiva, formas simplificadas y un agudo sentido para las combinaciones armónicas del color, Kuniyoshi fue quizá el más sofisticado de los artistas que trabajaban en los EE UU en la época de entreguerras. Durante la II Guerra Mundial firmó numerosos carteles antijaponeses y participó en grupos que se oponían frontalmente a la política de su país de nacimiento, entre ellos el Japanese American Committee for Democracy.

Aunque expuso con asiduidad antes del conflicto, tras el ataque a Pearl Harbour y la declaración de guerra de los EE UU a Japón lo situaron entre los potenciales "extranjeros enemigos". Eludió ser encerrado en un campo de detención porque residía en Nueva York y la costa este era menos beligerante con los nacionales japoneses, pero los círculos artísticos le condenaron al ostracismo y la administración le denegó una vez tras otra la obtención de la nacionalidad estadounidense.

No aceptada por ningún museo

Pese a la reconsideración de su obra, en la actualidad es más conocido en Japón —Okayama, su ciudad natal, es sede del único museo dedicado sólo a la obra de Kuniyoshi— y algo de rencor parece quedar en los ambientes artísticos estadounidenses, porque, como acaba de revelar The New York Times, ninguna pinacoteca del país ha aceptado exhibir la muestra de Washington que el Smithsonian ofreció como itinerante.

Aunque el artista "se integró completamente en la sociedad" y "se consideraba estadounidense", la genialidad de su arte "fue ensombrecida por su condición de inmigrante", se ve obligado a decir el museo de Washington.

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