El presidente de la Hullera Vasco-Leonesa, Emilio del Valle, ha negado este miércoles en el Juzgado de Instrucción número 4 de León, donde ha prestado declaración como imputado, que hubiera falta de medidas de seguridad en el pozo Emilio situado en Pola de Gordón (León) y ha asegurado que el accidente que causó la muerte de seis mineros en octubre de 2013 fue "absolutamente imprevisto".

Así lo ha explicado el abogado de uno de los heridos en el siniestro, el letrado Ramón Carro, que ha dicho que Emilio del Valle ha mantenido la "misma tesis" que el resto de los imputados y ha contestado únicamente las preguntas del juez y de su propio letrado.

Durante esta jornada, también han declarado el vicepresidente y consejero delegado de la Hullera, Arturo del Valle, y el jefe de personal y vocal de la compañía, Aurelio del Valle, que también han negado que el accidente se produjera por falta de seguridad en la explotación minera.

Una postura, ha agregado Ramón Carro, que no mantienen los peritos de minas y que "no es lo que se desprende de los informes y de las propias actuaciones judiciales".

En su declaración, los tres directivos de la compañía minera han manifestado que el Consejo de Administración "seguía directamente los sistemas de seguridad" y que en la empresa "existían pautas en materia de seguridad".

Unas declaraciones de las que se desprende, ha agregado el abogado, que ellos "conocían perfectamente lo que estaba hecho" con respecto a la seguridad de la explotación.

Con estas pruebas testificales ha terminado la ronda de declaraciones de los imputados, pero la fase de instrucción de este procedimiento continuará ya que se ha solicitado, por parte de la acusación, que acudan a declarar mineros que fueron testigos de accidente.

Además, los abogados de las víctimas no descartan pedir que se realicen nuevos informes técnicos para aclarar lo ocurrido.