Ayuntamiento de Barakaldo comienza la retirada de pivotes y bolardos, que se llevará a cabo en tres fases

Los que se eliminen de las calles se venderán y se invertirá en dinero recaudado en iniciativas solidarias

El Ayuntamiento de Barakaldo (Bizkaia) ha comenzado la retirada de pivotes y bolardos con la puesta en marcha de un plan que se llevará a cabo en tres fases: la desaparición de los elementos que sean un obstáculo para los servicios de emergencias, la eliminación de los bolardos móviles que no tengan utilidad, y la supresión paulatina del resto de pivotes de la ciudad.

Según ha indicado el Consistorio, el incidente acaecido en el recinto ferial, en el que los bomberos tuvieron que cortar tres pivotes para iniciar el rescate de las personas que quedaron atrapadas en una atracción, ha sido "la última demostración de la colocación masiva y desordenada de bolardos y pivotes por la ciudad".

Tras analizar la situación, la alcaldesa, Amaia del Campo, ha puesto en marcha una comisión técnica que planificará la eliminación de estos elementos en tres fases.

Representantes del Área de Servicios Municipales, Alcaldía, bomberos, Policía Municipal y los servicios de emergencia que trabajan en Barakaldo se reunieron por primera vez el pasado lunes en la comisión técnica, una reunión en la que también participó la alcaldesa Del Campo. De ella se desprendieron las bases para la eliminación tanto de pivotes como de bolardos.

En primer lugar, se procederá a la detección y eliminación de aquellos elementos que supongan un obstáculo para los vehículos y personal de emergencia que asiste a los barakaldeses en situaciones de riesgo. Para ello, se están poniendo sobre la mesa tanto las quejas llegadas al Ayuntamiento por parte de los Cuerpos de emergencia como de las y los vecinos. Las revisiones conjuntas por la ciudad con personal de los servicios de emergencias comenzarán el próximo mes.

"Ya lo decía en la oposición y lo digo de nuevo ahora: Barakaldo es la ciudad de los bolardos. Es necesario acercar la lógica hasta la calle, revisar cada uno de los rincones y hacer que desaparezcan los obstáculos que, a menudo, se han encontrado los Cuerpos de seguridad y emergencias que actúan en la ciudad para ayudar a nuestros vecinos y vecinas", ha resaltado la alcaldesa.

La segunda fase consistirá en la retirada de las calles de los pivotes móviles, aquellos que se bajan bien con llave o con un sistema mecánico, que no tengan una utilidad concreta. La eliminación de estos elementos ya ha comenzado, respondiendo a la demanda de varios vecinos para quienes estos elementos suponían un impedimento para su día a día, entre ellas personas que se mueven en sillas de ruedas.

La tercera consistirá en programar la eliminación paulatina de pivotes y bolardos de la ciudad. Para desarrollar este punto, el Ayuntamiento analizará cada una de las calles y zonas en las que se han instalado bolardos para comprobar si realmente son efectivos, si se ha colocado el número necesario o si cumplen o no con su función. Este análisis permitirá actuar de manera ordena, lógica y efectiva al Ayuntamiento.

Este "plan de choque" contra los bolardos no significa que estos elementos "desaparezcan por completo del paisaje urbano Barakaldo", ya que "los pivotes, colocados de manera estratégica, cumplen una función disuasoria de cara al aparcamiento indebido sobre las aceras", ha subrayado Del Campo, para indicar que se consultará con expertos en este ámbito para determinar "en qué espacios es realmente necesario el mantenimiento de los mismos, siempre teniendo en cuenta la efectividad real de esta medida".

En este sentido, el equipo de gobierno nacionalista ha solicitado a los vecinos el respeto de las aceras como un espacio para el peatón. "Los pivotes evitan el aparcamiento en las aceras. Si al eliminarlos se detecta el aumento de este tipo de infracciones habrá que poner en marcha otra serie de medidas disuasorias. No podemos obviar que un aparcamiento indebido de este tipo podría convertirse en un problema para cualquier vecino en una situación de emergencia", ha advertido, para señalar que "los barakaldeses no podemos permitir que la desaparición de un problema dé lugar a otro".

Además, con respecto a la aparición, la pasada semana, de más de 500 pivotes y bolardos pintados por toda la ciudad, la alcaldesa ha querido hacer un llamamiento al civismo. "Queremos conseguir un Barakaldo cómodo y accesible. Nos guste o no, a día de hoy los pivotes forman parte de la ciudad. Entendemos y compartimos desde hace años el hecho de que molestan, por eso vamos a actuar. Pero creo que todos los vecinos soñamos con una ciudad amable y limpia, en la que nos sintamos a gusto", ha dicho.

Por ello, ha advertido de que no se puede "pintar todo aquello que no nos guste, hay otras formas de protesta que no pasen por echar a perder el patrimonio de los barakaldeses".

Del Campo ha explicado que las estimaciones del Área de Servicios Municipales hablan de más de 30.000 elementos. Barakaldo cuenta con una extensión de 25,03 kilómetros cuadrados, de los cuales 7,74 son urbanos -un 31%-, por lo que "podríamos hablar de que la segunda ciudad de Bizkaia cuenta con una media de 3.800 pivotes por kilómetro cuadrado, o lo que es lo mismo, 3,8 pivotes por cada metro cuadrado en zona urbana".

Iniciativas solidarias

El Ayuntamiento guardará cada uno de los elementos que vayan retirándose de las calles barakaldesas para que, una vez finalizado el proyecto, puedan ser puestos a la venta.

Amaia del Campo ha explicado que el dinero que se recaude con esta venta se destinará a acciones solidarias que se desarrollen en Barakaldo.

"Después de tantos años luchando por la eliminación de la cantidad ingente de pivotes que hay en la ciudad, hemos pensado que no hay mejor manera de despedirnos de ellos que ésta. Nuestro objetivo es que el dinero recaudado llegue a cuantos más vecinos mejor, ayudando a quienes peor lo están pasado por la crisis económica", ha concluido.

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