El recibo del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) bajará en 2016 para los habitantes de la capital. Así lo aprobó este miércoles el pleno municipal, donde el PSOE logró el apoyo de PP y Ciudadanos para obligar a Manuela Carmena (cuyo grupo se abstuvo) a presentar una propuesta de recorte de, al menos, 100 euros de media para cada propietario. Carlos Sanchez Mato, concejal de Hacienda, advirtió durante la sesión de que la medida podría costar 345 millones anuales.

La iniciativa, defendida por Antonio Miguel Carmona, obliga al Ayuntamiento a iniciar los "estudios pertinentes" para cambiar el gravamen. A continuación, la Junta de Gobierno deberá presentar al Pleno una modificación basada en principios de "suficiencia, equidad y eficiencia".

El texto aprobado no establece plazos ni porcentajes de reducción, pero los socialistas marcan dos líneas rojas: "Debe hacerse de forma inmediata, porque los presupuestos se presentan en noviembre, y debe suponer una bajada media de 100 euros".

El recibo medio, que en Madrid se corresponde con piso de un valor catastral de 90.000 euros y un valor de mercado de 180.000 euros, pasaría de 353 a 253 euros. Si Manuela Carmena no cumple, el PSOE enmendará las cuentas para conseguir su objetivo, según detalló a 20minutos el equipo de Carmona.

Ahora Madrid fue el único grupo que se abstuvo, al considerar que este cambio en el IBI, que supone el 60,7% de los ingresos por impuestos municipales en este ejercicio, es "precipitado". "Dejemos de engañar a los ciudadanos de Madrid. Antes de bajar el IBI hay que atender a las necesidades de la gente", criticó Sánchez Mato, responsable de elaborar las ordenanzas fiscales.

Antonio Miguel Carmona recalcó que su idea es posible, siempre que se cumplan el resto de condiciones de la propuesta. Entre ellas se encuentran instar al Gobierno central a aprobar una revisión catastral para 2017 y a modificar la Ley Reguladora de Haciendas Locales para que los Consistorios reduzcan el IBI a las zonas más desfavorecidas. También, solicitar al Ministerio de Hacienda la refinanciación de la deuda de la ciudad, lo que permitiría liberar más de 300 millones de euros.

Sin embargo, ninguna de estas tres posibilidades depende de la corporación municipal. De hecho, la revisión catastral que entró en vigor en 2012 obliga a subir el IBI entre un 6% y un 7% anual hasta el año 2022. Bonificaciones como la rebaja del tipo impositivo aprobada por Ana Botella antes de dejar el Consistorio (del 0'581% al 0'548%, cuando el mínimo legal es del 0,4%) solo supondrían una contención de costes. Respecto a la refinanciación, Ahora Madrid pretende que Hacienda le permita gastar el superávit municipal.

En lo que Ahora Madrid, PP, PSOE y Ciudadanos sí se pusieron de acuerdo es en incrementar "sustancialmente" las ayudas para el pago que se conceden a las familias con ingresos reducidos. Esta posibilidad tendrá reflejo a partir del 1 de enero.

Además todos los grupos salvo el dirigido por Esperanza Aguirre aprobaron, a propuesta de Ciudadanos, la realización de una auditoría de la gestión económica realizada desde 2007. El estudio, que abarca la última legislatura de Alberto Ruiz-Gallardón y la única de Ana Botella, incluirá los Organismos Autónomos, las empresas municipales y todas las entidades anexas.

El popular Íñigo Henríquez de Luna calificó la auditoría de "juicio sumarísimo" a su partido. Begoña Villacís (C's) recomendó a la formación que parta "de cero" en el Ayuntamiento: "Ustedes deberían ser los máximos interesados en que todo eso que les ha manchado salga a la luz, aunque entiendo que a uno le incomoda que le examinen, sobre todo cuando ha tenido tantos casos de corrupción como el PP de Madrid".