El Congreso de los Diputados vivirá este verano uno de los meses de agosto más intensos de los últimos años. ¿La razón? Los Presupuestos Generales del Estado.

Sus señorías tendrán unas vacaciones muy reducidas, algo que, en opinión de Rafael Hernando, portavoz del grupo popular, "merece la pena" en esta ocasión por la relevancia de la ley que se pretende a probar, aunque "a algunos no les guste trabajar en agosto". Con toda probabilidad, el pleno extraordinario en el que se celebrará el debate a la totalidad tendrá lugar los días 25 y 26 de agosto; la semana antes se celebrarían las comparecencias de los altos cargos del Gobierno.

Así, teniendo en cuenta que la tradicional rueda de prensa en la que Cristóbal Montoro desgranará las cuentas nacionales será, seguramente, el 4 de agosto, los diputados tendrían aparentemente un par de semanas de asueto. Pero no contaban con el factor sorpresa: el presidente Mariano Rajoy ha anunciado que someterá a debate y votación en la Cámara el nuevo rescate solicitado por Grecia. ¿Cuándo? Según el ministro Luis de Guindos, antes del 15 de agosto.

El calendario de sesiones plenarias permanece en blanco desde este mismo viernes y hasta final de año. Los periodos de sesiones ordinarios están establecidos de septiembre a diciembre y de febrero a junio. En 2010, no obstante, los portavoces de todos los grupos acordaron —sin tocar textos legales— que enero y julio serían hábiles. Una sesión extraordinaria en agosto la tiene que pedir el Gobierno, la  diputación permanente o la mayoría absoluta de la Cámara.

Las últimas veces que el octavo mes ha tenido tanto movimiento son recientes.

El año pasado, la Comisión de Economía debatió los días 27 y 28 el informe de la ponencia y las enmiendas al proyecto de Ley de aprobación de medidas urgentes para el crecimiento, la competitividad y la eficiencia, tramitado por el procedimiento de urgencia. El 1 de agosto de 2013, Mariano Rajoy dio explicaciones sobre el caso Bárcenas en un pleno extraordinario que, debido a las obras que se estaban realizando en la carrera de San Jerónimo, se hizo en el Senado.

En 2011, hubo dos citas importantes. La primera, un pleno el 23 de agosto para convalidar un Real Decreto-Ley con medidas para reducir el déficit público. En la segunda, el día 30, se acordó también en pleno la toma en consideración de la famosa propuesta de reforma del artículo 135 de la Constitución, que se debatió y votó, tras aceptar las enmiendas correspondientes, tres días después. Por no hablar de las negociaciones hasta altas horas de la madrugada para cerrar un pacto.

Agosto no es un mes hábil, pero eso no significa que la Cámara esté cerrada totalmente, siendo frecuente el trabajo de distintas comisiones, lo que incluye por ejemplo comparecencias de ministros y, sobre todo, de la diputación permanente, que es el máximo órgano de decisión entre períodos de sesiones. Este año, de hecho, a comisiones como la de Hacienda le esperan bastantes horas extra para que el proyecto de ley de los PGE sea tramitado a tiempo.

Si los cálculos de Montoro se hacen efectivos, el proyecto de ley sería remitido al Senado a finales de septiembre para repetir toda la tramitación, en aras a que regresen al Congreso con tiempo de su aprobación definitiva antes de la convocatoria de las elecciones generales y la consecuente disolución de las Cortes. El ministro de Hacienda no quiere perder ni un minuto y lo ha dejado claro esta semana: la economía española "no puede tomarse el lujo de irse de vacaciones".