El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy ha comparecido este miércoles a petición propia en el Congreso para informar sobre el Consejo Europeo de los días 25 y 26 de junio de 2015 y de los otros cuatro congresos extraordinarios celebrados posteriormente entre las Instituciones europeas, los estados miembros y Grecia, del que salió un acuerdo que permitirá un tercer rescate económico a ese país.

"Si hubiera que explicar la situación a la que se había llegado entre el Gobierno griego y las instituciones europeas sería suficiente leer el primer párrafo del la conclusiones del 12 julio", rememoraba Mariano Rajoy, y añadía que esa conclusión destacaba "la necesidad crucial de reestablecer una situación de confianza como condición de un futuro acuerdo", así como "la asunción de responsabilidades por parte del Gobierno griego ".

Así, Rajoy recordaba que "el pasado domingo se alcanzó la hoja de ruta para sacar la negociación del laberinto al que se había llevado", en referencia al acuerdo alcanzado con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, y que ahora debe ser refrendado por el parlamento heleno.

Además, el acuerdo conlleva la autorización inmediata por parte de varios parlamentos de los diecinueve de medidas extraordinarias, cosa que pasará también en el Parlamento español. Mariano Rajoy anunciaba en el Congreso que aunque no es necesario por ley, es su intención "traer al parlamento el debate y la votación de la posición española sobre el acuerdo".

"España siempre ha tenido una actitud constructiva y se ha mostrado partidaria de mantener el apoyo de Europa a Grecia, eso sí, en un marco de lealtad mutua", hacía ver Rajoy, que aclaraba además que para que haya un tercer rescate "no pueden quedar dudas de su disposición a cumplir los acuerdos".

Rajoy dedicó buena parte de su discurso a valorar la situación de Grecia, asociándola a la llegada al poder del partido Syriza y a modo de advertencia sobre las promesas de Tsipras y sus consecuencias. "La situación en Grecia se ha deteriorado mucho en pocos meses, se ha deteriorado su previsión de crecimiento y la situación de los bancos", recordaba, añadiendo que actualmente "los ciudadanos son víctimas de un corralito".

Rajoy valoró el comportamiento de los negociadores griegos los primeros meses de su mandato, asegurando que "resulta difícil calificar la estrategia negociadora del Gobierno griego". Sin embargo, "hemos constatado, veremos qué pasa luego, un cambio de actitud radical en el Gobierno griego, que abre la posibilidad de un acuerdo y de negociar un tercer programa de ayudas", valoraba el presidente español, que revelaba que han tenido lugar "cuatro cumbres para tratar este asunto, sometiéndonos a todos a una presión insufrible".

"La llegada de Syriza al poder supuso un cambio radical de la situación en Grecia, supuso no solo incumplir, sino dar marcha atrás a las reformas adoptadas, lo que produjo salidas de capital de los inversores y la caída de las previsiones de crecimiento".

Rajoy insistió en que "la zona euro ofreció apoyo y solidaridad y a cambio sólo se pidieron reformas", y sin embargo, según Rajoy "en cuatro meses el Gobierno griego no presentó reformas que permitieran cumplir con los compromisos".

"A pesar de registrarse progresos y de que las posturas estaban muy cerca, el Gobierno griego decidió hacer un referéndum", revelaba Rajoy.

"Ésta ha sido una triste historia que puede acabar mejor de lo que podríamos haber pensado y no de forma milagrosa, sino por la recuperación de la sensatez", valoraba el presidente español, que añadía que "será difícil superar la frustración de una parte del pueblo griego, que inducido a rechazar unas propuestas hace una semana, ahora se ve obligada a aceptar otras más exigentes porque la situación es más complicada".

"El más perjudicado ha sido el pueblo griego. Ahora creo que es el momento de que el Gobierno de Grecia muestre sensatez y responsabilidad", ha añadido Rajoy.

Los bancos griegos necesitan 25.000 millones de euros para seguir funcionando, debido a las salidas de capital y a los impagos y créditos dudosos, hacía ver Rajoy, que destacaba que "las necesidades de financiación de Grecia han aumentado notablemente", entre 82.000 y 86.000 millones de euros "y antes de la ruptura de negociaciones eran de 52.000 millones de euros".

Rajoy adelantaba por último que el apoyo a Grecia se mantendrá "siempre y cuando ponga en marcha las medidas y nunca antes de que se complete con éxito la primera revisión".

Durante su intervención posterios, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha confesado sentir "tristeza y bochorno" por el papel de España en la crisis de Grecia y ha acusado a Rajoy, haberse comportado con "partidismo" en lugar de hacerlo con "patriotismo".

"Como español, siento tristeza y bochorno cuando comparo el papel participativo y constructivo que han tenido líderes europeos como Hollande y Renzi frente a usted", ha dicho Sánchez, que ha valorado negativamente que España haya esto "instalada a rebufo de los socios de la derecha de europa ante la mayor crisis producida en Grecia y en Europa".

Tras ésto Sánchez comparado lo que ha ocurrido en Grecia con lo sucedido en el Gobierno de la Comunitat valenciana, que según Sánchez "también mintió sobre el estado de sus cuentas públicas". Y lo hizo, teniendo al frente de la Generalitat a Francisco Camps, "aquél al que el presidente del Gobierno prometió nunca abandonar y siempre estar detrás de él, al lado de él, delante de él", según recogía Efe. "Antes de presumir, el Gobierno de España debería ser lo suficientemente humilde para pedir perdón ante este nuevo engaño conocido", ha apostillado Sánchez.