Avril Lavigne sorprendía a todos cuando en diciembre de 2014 confirmaba que sufría "una grave enfermedad" que la mantendría apartada de la música y la vida pública por tiempo indefinido.

Las especulaciones se multiplicaron durante semanas, ya que no fue hasta abril de 2015 cuando la propia cantante confirmó a la revista People que sufría la enfermedad de Lyme, provocada por una garrapata cuando la canadiense estaba de gira.

Tras meses en casa, sin poder moverse y con problemas para alimentarse y hacer vida normal, Lavigne ha vuelto a escena. A principios de semana, se emocionaba al recordar en la cadena ABC el calvario de médicos que sufrió hasta conocer la enfermedad que padecía. "Fue el peor momento de mi vida, pensé que me moría, decían que tenía fatiga crónica, pero lo cierto es que no podía ni sostenerme en pie, ni comer... Hasta que dos meses después tuve sospechas de que lo que tenía era la enfermedad de Lyme, algo que me confirmó un especialista poco después", dijo entre lágrimas.

Desde entonces, la cantante no ha parado de publicar instantáneas en las redes sociales, como en su perfil de Instagram. Sonriente, junto a su marido (Chad Kroeger) y con multitud de mensajes positivos, Avril Lavigne ha agradecido a sus seguidores la compañía que le han brindado durante su convalecencia. "Estoy mejorando y recuperando mi vida", escribió en una de sus fotos, añadiendo que ahora espera poder ayudar a personas que pasen por su situación.