Una biblioteca sin libros y en obras

El aún alcalde Salado, ayer, contemplando el suelo de una de las pocas salas ya pulimentadas. (Álvaro Cabrera)
El aún alcalde Salado, ayer, contemplando el suelo de una de las pocas salas ya pulimentadas. (Álvaro Cabrera)
El aún alcalde Salado, ayer, contemplando el suelo de una de las pocas salas ya pulimentadas. (Álvaro Cabrera)

Está inaugurada, pero le queda más de un mes para abrir. A última hora de la mañana de ayer, los obreros colocaban un arco de la fachada, pintaban barandillas, ponían losetas y pulían el suelo.

«Justito, justito», le comentaba el jefe de obra al alcalde en funciones de Rincón de la Victoria, Francisco Salado (PP), que ayer se reafirmaba en su propósito de inaugurar la biblioteca de El Castillón, aunque aún no cuenta con libros ni con mobiliario. Bueno, con algunos libros sí, pues el mismo Salado llevó algunos a la inauguración de forma simbólica.

Los 2.000 m2 de biblioteca tardarán en abrir: las tres plantas y el sótano tienen la estructura hecha, pero faltan puertas, jardinería «y otros remates insignificantes», según Salado. «Ponerle peros a la biblioteca es buscar tres pies al gato», apostilló. Si quiere visitarla, espere a que pongan muebles y lleguen libros. Hasta entonces sólo verá lo que Salado contempló ayer: su reflejo en el mármol.

Todo por figurar en la placa

Un pacto entre los independientes y el PSOE ha dejado a Francisco Salado (PP) fuera de la Alcaldía de Rincón, pese a que su partido fue el más votado el 27-M. Él ha decidido dejar huella inaugurando los edificios terminados, o casi. El miércoles fue el turno de un centro social en Benagalbón, que abrió sin mobiliario. Ayer, la biblioteca. La placa con el nombre de Salado ya figura en la entrada inacabada. Curiosamente, bajo el suyo está el de Francisco López, delegado de Cultura de la Junta, que declinó la invitación al considerar una «tomadura de pelo» la inauguración.

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